Cuando Caiga el Sol

Capítulo 8: Sombra de apoyo

Cuando era pequeña mi madre siempre me decía: "Ama, la mentira tiene cola larga y patas cortas, porque a medida que mentimos la mentira lleva a otra y a otra y se hace larga, pero no duran mucho y tarde o temprano se descubren"

Y desde el sábado a la madrugada que me encontré con Eloy empecé a entender que ella tenía razón.

- Te digo que estaré bien, Lis, el médico me dijo que en una semana ya podre hacer vida normal.- trato de convencer a Lisa de una mentira más. le dije que fuimos con Laian a jugar al tenis, me caí, me esguince el pie y estoy con muletas por una semana.

- Ami, quédate tranquila y no te preocupes, yo me ocupo de todo. En estos días me paso a verte.- anuncia desde el otro lado de la línea

¡No! No de ninguna manera puede venir.

- No te preocupes, estaré bien y no vengas porque no me puedo mover mucho sola, no puedo abrirte y está semana Lai trabaja hasta tarde porque hacen el balance mensual.- otra mentira.

- Encontraremos la manera, tú tranquila.- insiste.- Mejórate, no te muevas mucho y que ese gusano andante que tienes de novio no te haga trabajar. Te quiero.

- Te quiero también. Adiós.- corto.

Dejo el celular en la mesita de luz y tomo un libro que estoy leyendo que se llama "Amor es solo una palabra" de un escritor austriaco llamado Johannes Simmel.

La novela cuenta la historia de Oliver Mansfeld un joven alemán que se suicida dejando un manuscrito donde cuenta por qué tomo la decisión, si bien el pobre Oliver tenía una vida bastante complicada con falencias familiares, lo que lo lleva de determinar la decisión fue a causa de una mujer de la que él se enamora y no todo sale según lo planeado.

¡Irónico ¿No?! O por lo menos eso creo, ya que no termine de leerlo aún.

- ¿Qué te dijo?- pregunta Laian sin sacar su mirada de la computadora.

- Nada, dice que quiere venir y trate de convencerla de que no lo hiciera.- comento

- Debes hacer que no venga.

- Ya lo sé, no soy estúpida.

- No digo que lo seas, pero nadie puede saber esto. Sabes cómo es la gente que mal interpreta todo.- explica

¿Qué va a mal interpretar la gente? Creo que no hay nada que mal interpretar, sino que van a ver lo que realmente es.

- Claro.- me limito a responder. Cierro el libro y me dirijo a la habitación donde pase la noche anterior.

- ¿Dónde vas?- pregunta mirándome con incredulidad.

- A dormir.- respondo como si fuera obvio.

- Y ven ¿Dónde vas a dormir?- pregunta como si no entendiera.

- Laian, no me tomes de estúpida.- respondo con fastidio, cierra la computadora y corre hacia mí.

- No, no, no. Creí que habíamos dejado esto atrás, por favor duerme conmigo.- suplica mientras me toma suavemente de un brazo y me tira hacía él. Sus ojos brillan y piden, ruegan e imploran que me quede con él.

Mi dualidad interna como siempre entra en guerra y una parte de mí quiere quedarse con él, porque lo amo, porque a pesar de su carácter cambiante sé ver su parte buena, sé que la tiene sé que está ahí y esa parte es la que me habla en este momento.

Pero no voy a ceder, no voy a caer, no me voy a quedar.

- Ya sabes cómo es esto Laian, no lo hagas más difícil.- digo de mala manera zafándome de su agarre y queda ahí parado sin saber que hacer o cómo reaccionar.