Capítulo 16: Encuentros Incomodos

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Oscar Wilde dijo "El egoísmo no es vivir como uno desea vivir, es pedirle a los demás que vivan como uno quiere vivir"

Nunca me considere una persona egoísta, pero hace un tiempo estoy considerándolo que tal vez puede que lo sea. Tal vez por egoísmo no dejo que Lai se vaya, tal vez por egoísmo no cuento la verdad de nuestra relación.

Tal vez por egoísmo en este instante estoy muriendo de celos...

Después del trabajo fuimos al departamento de Lisa a cambiarnos de ropa, ella lleva un vestido color rojo despampanante y yo uno negro corto, pero a la vez muy simple con escote corazón. Si Laian me llega a ver con esto seguramente no estaría muy contento.

El lugar está repleto de gente no pasa los 30 años de edad, la música suena a todo volumen, todo el salón está casi oscuro salvo por las luces violetas, azules y verdes ubicadas en estratégicas zonas del lugar dando apenas algo de visión.

- Este lugar me encanta.- dice Lisa sentándonos en la barra.

- A mí también, sus tragos son muy bueno, creo que los mejores de la ciudad.- comento.

- Estoy contenta que hayamos podido salir hace mucho no lo hacíamos.- dice.

- Sí, te dije que podíamos hacerlo durante los jueves de póker, pero no quieres salir porque es jueves.- digo.

- Pero hoy es martes.

- Sí, no sé qué se te dio por salir hoy.- digo

- Te vi muy decaída y quise levantarte el ánimo.- comenta y yo le doy una sonrisa.

Lisa es una muy buena amiga, y eso me hace sentir una hipócrita ya que no soy sincera con ella.

- ¿Qué van a tomar?- pregunta el bartenders llegando a nosotras.

- Yo quiero un mojito para empezar.- responde Lisa y el chico me mira.

- Creo que tomaré una Cosmopolitan.- digo.

- Enseguida.- dice y se pone a trabajar frente a nosotras yendo de un lado hacía el otro.

- Vaya, la oferta de hombres es muy buena por aquí.- comenta Lisa mirando a nuestro alrededor. Y yo rio.

- Hablas como si estuvieras en una subasta de hombres.- digo entre risas.

- Recuerda que somos dos mujeres solteras en un after office y sin compromisos.

- Habla por ti misma.- aclaro.

- No, Ama. Tú y Laian se toman un distanciamiento, un tanto extraño a mi parecer, pero nada te impide que si un chico está noche te invita un trago tú lo aceptes.- lo dice como si ese fuera el objetivo por el cual me trajo aquí.

- Pero no sé si quiero aceptarlo.

- No tienes que hacerlo si no quieres, es obvio, pero tampoco te cierras a la posibilidad de que eso pueda ocurrir.

- Sé que Laian no te agrada pero...- comienzo a decir y freno en seco mirando justo detrás de Lisa.

Entre la gente puedo ver a Eloy sentado tomando un trago y hablando muy amistosamente con una muchacha. Siento que algo en mi estalla, que duele, no le encuentro explicación y no entiendo por qué, pero de lo que estoy segura es que es peor, mucho peor que un golpe de Laian.

Quisiera llegarme hasta él y preguntarle por aquella chica, pero bien sé que no estoy en posición de hacerle ningún cuestionamiento. Somos amigos, nada más, pero siento que voy a estallar.

Cuando Caiga el SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora