Enséñame a amar (yaoi)

Capítulo 16: ¡Se acabo!

"Así que tu... 

Dime ¿cómo estas durmiendo tan fácilmente? ¿Cómo estás pensando solo en ti mismo?Muéstrame, ¿Cómo justificas decir todas tus mentiras como una segunda naturaleza?" Set it off- Wolf in sheep's clothing.

La sensación no desapareció, ni disminuyó. Louis no regresó esa tarde y el pecho se me estrujaba cada vez más de preocupación, solamente me dedicaba a ver las lentas manecillas del reloj moverse marcando una hora de sentencia.

A las 12:00 am en punto la puerta se abrió con un sonido casi escalofriante, dejando paso a la luz de los pasillos. Me lastimó la vista, pero no tarde nada en levantarme para mirar qué pasa.

-¿Louis?- Pregunté, las penumbras de la habitación no me dejaban ver completamente, parecía un espectro parado al lado de la puerta con la cabeza baja y la respiración pesada, sus delgados hombros apenas y se movían, me daba la impresión que en cualquier momento se desvanecería.- ¿Lou?

-Damián...- Gimió bajito mientras poco a poco me acercaba a él, notando claramente de apoco la pesadilla frente a mí.

-¿Estás bien?- Me acerqué para tocar su hombro. Pero en un violento movimiento se apartó asustado y sin siquiera dirigirme la mirada se echó a correr al baño, la puerta azotó y yo me tarde en reaccionar sobre lo que realmente estaba ocurriendo a mi alrededor.

-Sólo déjame.- Habló Louis dentro del baño tan bajo que si no estuviéramos en total silencio, no podría haberlo escuchado.

-Louis...- Toqué la puerta arrodillándome ante está. La respiración de Louis era tan pesada y tan difícil que podría escucharlo a través de la puerta.- Contéstame...- Rogué en un hilo de voz.

Pero no se inmutó a contestarme, solamente se quedó en un silencio absoluto. El corazón se me achicó en el pecho tan dolorosamente que pensé que en algún momento me iba a explotar de dolor.

¿Dónde estaba Damián?, en realidad yo no debería estar tan preocupado tumbado en el suelo de la habitación rogándole a Louis que me contestará, él debería estar aquí suplicándole a lágrima viva que lo deje entrar o que le diga que sucede. No yo.

"¿Te gustó mi regalo, bebé?"

-Cez...

La rabia se dispersó lentamente como un cáncer dentro de mí. ¡ÉL LE HABÍA ECHO ALGO A LOUIS! ¡No le basta con joder mi vida!

-¡Mi amor!- Gritó por la bocina, tan histérico me había puesto que solamente me importó marcarle para mentarle la verga.

-¡¿QUÉ LE HICISTE?!- Grité por la bocina del teléfono, apretando el teléfono tan duro que lo escuche rechinar.

-Auch...amor no grites.- Habló juguetón por la línea del teléfono.- No sé de qué me estás hablando, mi vida.

-No te hagas el idiota, Laurient.- Gruñí apretando los dientes, tanto que me dolió.- ¿Qué le hiciste a Louis?

-¿Ah? ¿De qué hablas?- Suspiró y comenzó a reírse tan tranquilo como si estuviera loco, casi encantador.- Amor, el regalo que te mande fue una de tus comidas favoritas, está afuera de tu puerta. Ahora, yo no sé qué le haya pasado al mocoso ese...pregúntale a Damián, es su novio él debería saber.

-¿Cómo sabes que son novios?

-¡Ups!

-¡Cez!- Grité antes de que colgara y el pitido del celular invadiera mi oído. Ahora estaba atónito de la increíble capacidad de Cez de ser un acosador.