Enséñame a amar (yaoi)

Capítulo 32: Inicio y fin.

"No importa lo que hagamos, estamos llenos de codicia.Esta es la llegada de mi reino.Cuando sientas mi calor...mírame a los ojos,es donde mis demonios se encuentran"Demons- Imagine Dragons

Una semana casi había pasado desde aquel desagradable encuentro con su padre de Louis, el estrés me era tanto que tenía que hacerme varias pajas al día y escaparme para coger con alguien más en la noche, o follar a Louis. Resulta que Jon había estado moviendo papeleo y siendo el abogado de Louis para meter al padre de este tras las rejas.

-Doy por hoy la sesión terminada.- Dictó el juez golpeando su martillo haciendo que la sala sonara un estrepitoso eco, de inmediato los murmullos se alzaron en la sala del juez y las personas comenzaron a arremolinarse contra la enorme puerta de pino para salir de aquel estresante lugar.

El padre de Louis nos miró con arrogancia mientras las esposas eran colocadas en sus manos y era detenido hasta que dictaran una condena, que claro: era inevitable, inclusive su mismo abogado (que la corte le prestó) no tenía suficientes argumentos para defenderlo.

Louis se levantó y no pude evitar mirarlo. Él también había tenido una semana bastante estresada y no paraba de fumar en cuanto podía, tanto que este se había convertido en su aroma natural; portaba suéteres tan largos para ocultar sus heridas recientes (en el cuerpo y en las muñecas) y además que cada día parecía un poco más muerto.

-Bastante estresante, ¿no?- Preguntó Shin con una sonrisa ladeada en cuanto también se levantó, él se había convertido en un buen amigo nuestro, le agradecía infinitamente de que realmente le diera apoyo emocional a Lou junto a su hermano. Un verdadero apoyo emocional.

-Sí... ¿estás bien?- Le preguntó su gemelo a Lou mientras tocaba su hombro. Ellos, al igual que yo, Lauro y otras personas que presenciaron lo que había pasado la semana anterior nos encontrábamos como testigos, teniendo que ir cada semana para tratar de dar algo por finalizado.

-La verdad no...- Suspiró Louis de una manera ronca y cansada, bajando discretamente las mangas de su suéter.

Jon se paró al lado nuestro con su aspecto tan frívolo como siempre, aun cuando su corteza parecía dura era una buena persona.

-Tu caso va progresando, Parker.- Fue lo único que dijo antes que se retirara a pasos lentos y decididos hacia su otro lado, probablemente a revisar papeleos o hacía su misma facultad.

-No sabes cuánto le agradezco a ese tipo.- Mencionó Lauro mientras se acercaba a abrazar a Louis de manera suave, quien le correspondió el abrazo tenso por el día.

-Sí...yo también.- Susurró el castaño de ojos azules dejando soltar un pesado suspiro.

Caminamos para la salida de manera lenta, Louis buscó mi brazo y se agarró a él en cuanto pudo, me pregunté al momento si él pensaba que ahora éramos algo más que "folla amigos"

-¿Por qué esas caras largas? ¡Anímense, esto progresa!- Shin con una radiante sonrisa trató de hacer que nuestros ánimos subieran dando brinquitos frente a nosotros cual pequeño conejo.- ¡Ya nadie puede hacerles daño!

-Todavía quedan muchas personas que pueden hacernos daño...- Susurró Louis casi inaudible para que no lo oyeran, lamentablemente no funcionó.

-¿Disculpa?- Preguntó Lauro en cuanto lo escuchó volteando la cara tan molesto que tras su rostro estoico se notó el deje de preocupación.

-Es que no hemos visto a Cez ni a Damián, desaparecieron como temiendo que también los refundirán en la cárcel.- Dije esta vez yo, con un aspecto frívolo mientras Louis se tensaba debajo de mí al mencionar los nombres de ambos.

-¿Cez?- El aspecto de Lauro cambió ante nuestros ojos, todos pudimos notar como su aspecto sorprendido cambió al instante.-Él... ¿qué tiene que ver con esto?

-Es una mala persona, Lauro.- Fue lo único que dijo Lou, antes de poner un cigarro en su boca tratando de ignorar la situación.

-Pues deberían también acusarlo, por lo menos para que les den una orden de restricción.- Fue Tom quien esta vez habló, tomando del brazo a Shin quien a comparación de él todas sus emociones se reflejaban en su cara.

-Sí, tal vez...- Susurró de nuevo Lou volteando a verme, como pidiendo mi opinión del tema, buscando apoyo emocional.

-¿¡Qué?!- Shin se adelantó frente a Louis y le tomó de los hombros haciendo que me soltara y se parece en seco.

-¡Shinem!- Tom le reprendió de inmediato.

-¡No puedo creer lo que estás diciendo! ¡Ese "Tal vez" no existe, es "Sí" o "no"!- Shin estaba rojo del coraje, quedé boqui abierto con como repentinamente había cambiado su semblante para reprender a Louis quien se limitaba a mirarlo con los ojos bien abierto de las sorpresa. Shinem no era el tipo de persona que se hacía enojar fácilmente, era alegre y siempre brincoteando por todos lados; por eso mismo verlo ahí parado con el rostro deformado del coraje y rojo de la rabia fue una gran sorpresa.- ¡Deja de ser débil, Louis! ¡Tienes que poner un alto ahora mismo!

Era un encuentro entre el albino y el castaño, ambos se miraban a los ojos. Tom se acercó a él y tomó a Shin del hombro con delicadeza alejando de apoco al albino de él, quien parecía agitado y enojado.

-Shin...por favor...- Susurró en su oído, mirando de reojo a Lauro y a mí. El albino suspiró fuerte, tratando de controlarse para dedicarle una última palabra a Louis.

-No puedes esperar a que algo así acabe porquesí, si tú no te ayudas a ti mismo, nadie lo va a hacer. Es hora que dejes deser débil.- Le dedicó unas últimas palabras antes de tomar el brazo de suhermano rosado y caminaran a dirección contraria a la nuestra.