Capítulo 11: Tobías Bennet (Parte 2)

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"Cuenta la leyenda que tú algún día amaste a alguien con todas tus fuerzas, pero él no lo valoró,

y desde ese día te volviste la persona más fría."

N/A: Esto es de suma importancia, éste capítulo es narrado desde el pasado del mismísimo Tobías. Considéralo una autobiografía, un acercamiento al personaje de suma importancia para la historia y así mismo está en cursiva por ser parte del pasado; por eso se sale del punto original de la historia. Ahora sí, sigue leyendo.

Si la canción no carga, o simplemente no aparece te dejo aquí el nombre: Bring me the horizon- Follow You


Nueva vida de Tobías:

Estaba tan emocionado de haberme librado de eso, ya no tenía ataduras ni nada por el estilo. Montana era realmente bellísimo, sus paisajes y sus ciudades, aunque el frío era más latente y fuerte no me era de ningún problema. Lo primero que hice al llegar ahí fue teñirme el cabello de azul, era simbólico para mí en tantos sentidos; luego fui al médico a verme aunque no fue nada grave la caída que James me había proporcionado.

Recuerdo estar casi temblando de emoción al bajarme del autobús de mi nueva Universidad, la entrada tenía enormes barrotes de rejas de color marrón alzados frente a mí junto con el nombre de la escuela en dorado en el arco de la enorme puerta, había locales alrededor de esta para facilitar el consumo de los alumnos; me era agradable a plena vista. Los policías me fueron demasiados amables, eran tan gratos y siempre con una sonrisa en el rostro que me daba la impresión de ser robots para hacerme sentir cómodo.

La primera impresión que recibí fue de una escuela de ensueño, las instalaciones eran titánicas al igual que las facultades. Los alumnos corrían y cantaban felices como si la vida fuera tan despreocupada, todo estaba tan bien; aunque el sujeto que se supone que me daría la bienvenida a mi dormitorio y a la escuela en general no fue por mí. Tuve que pasar la vergüenza de perderme por la inmensidad del colegio y de preguntarle a la mayor parte de los alumnos sobre donde se encontraba el edificio que me tocaba.

-¡Tú debes ser Tobías!- Gritó un sujeto en la planta superior del edificio mientras miraba unos papeles. Era alto, se veía mucho mayor, de cuello alargado y de ojos azules, cabello negro y bien peinado.- ¡Tuve muchísimas cosas que hacer y se me olvido por completo!

-¿Tú eres quién se supone que me iba a recibir?- Pregunté mirándole confuso, con una ceja arqueada y la mejor sonrisa que pudiera darle.

-¡Mucho gusto, soy Damián Veil!

-Tobías Bennet...

-Debo ir a buscar a más nuevos, sube tres pisos arriba, ahí está el número de tu habitación- Dijo rápidamente entregándome unos papeles donde contenía mi nombre, edad, foto, descripción, facultad, horarios y dormitorio para luego salir corriendo por la puerta de cristal.

La estancia principal era realmente enorme, había una pequeña cafetera y un par de sillones negros, donde seguramente los chicos se la pasan platicando y tomando un buen día.

Subí escaleras arriba revisando cada número de puerta ansioso del tipo de persona con la que compartiría el cuarto, esperaba que no fuera alguna clase de friki que le gustara el anime o algo así, tampoco quería un chico rudo que me fuera a bullear en mi propia habitación. Ah...

-¡Ah!- Gritó un chico desde adentro de mi habitación mientras montones de ropas caían al suelo estrepitosamente cubriéndolo completamente. El chico era de mi altura, de cabello rojo fantasía y de unos ojos profundamente negros, era tan delgado que daba la impresión que el viento se lo podía llevar volando, de piel tan pálida que las venas se podían ver aun a la altura en la que me encontraba; era de una belleza tan extraña.- ¡Joder!

Enséñame a amar (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora