Capítulo 31: Fuera de control

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"Si todo fuera lo que ves,

nada tendría sentido: nada sería lo que es porque todo es lo que creerías que es".- Her name is Alice.

Narra Cez.

-¡Mierda!- Grité tan fuerte que la garganta se me escoció, mis manos fueron a parar a aventar de manera brusca la mesa. Todo el cuerpo me temblaba del mero coraje e inclusive las lágrimas se me acumulaban en los ojos, no sabía cómo controlar aquel fuego interno que comenzaba a quemarme.

-Las cosas se fueron al infierno, Cez.-Continuó Damián mirándome, su serio rostro ya no detonaba ninguna pisca de diversión ni nada por el estilo; él también estaba preocupado.

-Cuéntame todo, desde el principio...- Susurré entre dientes acercándome a él, el aliento comenzaba a faltarme y tenía que respirar pesadamente para poder hacer que el oxígeno me llegara al cerebro.

-Me llamó la Dirección diciéndome que ayudara a las autoridades de la Universidad porque enfrente de mi Edificio estaban tratando de sacar de las instalaciones a un hombre con un severo grado de ebriedad. Mi sorpresa que al llegar, vi al padre de Louis literalmente siendo arrastrado por el nuevo y por los policías del plantel.

-¿¡Qué nuevo?!- Pregunté casi arrancándome el cabello, gritando y temblando de coraje.

-Jon Snow, un nuevo alumno. El punto es que al sacarlo de la Universidad lo subí a una patrulla donde Snow comenzó a dar una denuncia supuestamente de agresión contra menores y que además había intentado violar a otro alumno llamado Thomas en la explanada.

-¡Esta enfermo! ¡Es un reverendo estúpido, maldita sea! -Patee la mesa en el suelo, desesperado, frustrado, lleno de coraje. El maldito era un reverendo estúpido... había arruinado todo, ¡todo!

-Cez... no creo que se libere de esta, va a ir directo a la cárcel, hay testigos.

-¿¡Y!?- Grité tomándolo del su camisa, lo baje a mi altura para que me viera directo a los ojos, pareció perturbado por unos momentos.

-Y yo creo que te va a delatar a ti Cez...a mí también, estamos fritos.

Pronto la idea de lo que trataba de decirme cayó como una cubeta de agua fría en mi cabeza, pronto sentí la traición y le miré nuevamente a los ojos...

-¿Estás diciéndome que me vas a delatar...?- La traición golpeó en mi pecho, como una daga filosa que se iba enterrándose e invadiendo mi cuerpo y mente de dolor...y odio.

-¿Qué?, Cez yo no...

Le interrumpí con un golpe en la cara que le hizo voltear la cara, mi puño temblaba del coraje y las lágrimas se habían hecho inevitables sobre el rostro escurriéndose hasta mi garganta. Aquí estábamos en este punto de nuevo, estábamos de nuevo en el punto en que las personas me comenzaban a darme la espalda y yo comenzaba a perder la razón.

-¡Escúchame bien!- Chillé pateándolo en su pierna para que cayera de boca.- ¡Yo no voy a permitir que me des la espalda! ¡Yo gritare que me violaste, que me usaste y que incluso me vendías si es necesario! ¡NO VOY A DEJAR QUE ME DEJES SOLO!

Damián solamente me miró, aterrado y con la boca seca de lo impredecible que fui.

-Sí...- Jadeó recuperando el aire.

-Tú y yo vamos a esperar a que nos llamen a la corte, o vamos a esperar a que no pase nada...- Acaricié su cabello temblando involuntariamente.- Luego iremos por Louis...luego iremos por él, esto aún no acaba, Damián.

Enséñame a amar (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora