Capítulo 36: Lauro McLean. (única parte)

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"Todo este dolor...

toma esta vida y hazla tuya.

Todo este odio...

Toma tu corazón y déjalo amar de nuevo."

N/A: Esto es de suma importancia, éste capítulo es narrado desde el pasado del mismísimo Lauro. Considéralo una autobiografía, un acercamiento al personaje de suma importancia para la historia y así mismo está en cursiva por ser parte del pasado; por eso se sale del punto original de la historia. Ahora sí, sigue leyendo. Se recomienda leer con la canción. 

La canción es: Without you.- Ashes Remain.

Vi por última vez a mi pequeño primo Louis cuando éramos demasiado niños, tanto así que no recuerdo con exactitud cuál era nuestra edad exacta; pero se ha quedado grabado en mi corazón el sentimiento tan amargo cuando su padre cerró la puerta con una sonrisa de lado ocultando tras de sí a su madre llena de golpes y al pequeño Lou que me rogaba con la mirada que no me fuera.

Recuerdo haberme trepado al coche de mi nuestro tutor sin permitir que me tocará, con mi hermanito un año menor en brazos; le coloqué el cinturón mientras el solamente se dedicaba a sonreír. Mi tío me miró por el retrovisor y el terror recorrió mis venas.

-¿El papito de Louis es malo?- Me preguntó con voz alta mi hermano, tuve que tapar su boca de manera veloz asegurándome que nuestro tío no nos escuchara, con el dedo índice y una expresión de piedad pedí que bajara un poco más la voz.

-Sí...- Susurré en respuesta, mirando por el retrovisor para notar si nos miraba o no, para mí suerte solamente se dedicaba a mirar las calles.

-¿Es más malo que nuestro tío?-Preguntó de vuelta en un susurro, mirándome con sus enormes ojos color café.

-Por su bien, espero que no.- Besé su frente cariñoso, a lo que él se limitó a reír adorable y sonreír extensamente.

-Ño...- Repitió con una sonrisa.

-Hermanito...- Llamé su atención tocando su cabeza cariñoso, el dirigió su mirada hacia mi nuevamente.- Escuches lo que escuches...no salgas en la noche.

Mi padre y madre habían muerto en un accidente cuando casi acaba de nacer mi hermano menor y cuando yo apenas había cumplido el año de edad, el plan era que nos mandaran a diferentes orfanatos a cada uno, que nos quedáramos con el hermano de mi padre (el padre de Louis) o nos quedáramos con el hermano de mi madre. El primer plan no fue una opción pues cuentan que gritaba y pataleaba por horas cada que me separaban de mi hermanito, la segunda opción "parecía la mejor" pero mi tío se negó rotundamente pues al parecer apenas y tenía el dinero para mantener al pequeño Lou...así que quedó la última opción que fue ir con el hermano de mi madre; quien en un principio nos recibió tan cálido y tan amoroso a nuestra llegada...pero poco a poco todo se fue tornando oscuro.

No era una mala persona, no nos trataba mal (en el día) pero tampoco nos daba el tiempo que nosotros requeríamos como niños que éramos, no nos faltaba comida ni mucho menos juguetes; pero había algo en él que no estaba bien. Mi hermanito y yo lo notamos poco tiempo después de llegar con él, se notaba que estaba enfermo en las prominentes ojeras por llorar y gritar a todo volumen por las noches, en su barba mal rasurado y bigote, en su mirada tan enferma que nos dirigía cuando jugábamos. Luego pasó... pero aguanté, aguanté por mi hermano.

Había aguantado tantos años, que las lágrimas y la depresión se habían ido, tanto que se me hacía natural y únicamente me dejaba hacer. Hasta que cumplí los 7 años y el tedioso día llegó...

Enséñame a amar (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora