Capítulo 10: Tobías Bennet. (Parte 1)

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"La oscuridad caerá sobre mí,

cuando el aire sople escaso.La luz comienza a huir de mí. Para su voluntad eterna." Breaking Benjamin- Ashes of eden.

N/A: Esto es de suma importancia, éste capítulo es narrado desde el pasado del mismísimo Tobías. Considéralo una autobiografía, un acercamiento al personaje de suma importancia para la historia y así mismo está en cursiva por ser parte del pasado; por eso se sale del punto original de la historia. Ahora sí, sigue leyendo. Se recomienda escuchar la canción junto con la lectura.

Si no te abre el link de la canción, o no te aparece, la canción es: Breaking Benjamím- Ashes of Eden.

Infancia de Tobías: 

Crecí en una residencia tan grande que era casi a diario en que me perdía entre las muchas habitaciones del lugar, por lo general terminaba gritando y llorando mientras llamaba a la niñera.

Mis padres siempre parecían estar demasiado ocupados con el trabajo, siempre parecía que el mundo les estorbaba, que su familia, incluso que yo les estorbaba. No importaba lo mucho que yo hacía el esfuerzo para quedar bien ante ellos, no importaba lo mucho que intentaba mostrarles lo maravilloso que era en lo que me propusiera, lo mucho que me dedicara a las artes, a la ciencias, al deporte o a la escuela en general. Yo era totalmente invisible ante sus ojos. Pasaba el día entero con una niñera de alto porte, que se dedicaba a cuidarme, educarme; ella parecía más mi madre que la verdadera, se emocionaba por cada diploma o medalla que a mí me daban, se emocionaba por cada momento de éxito que yo tenía... Lástima que murió cuando yo apenas tenía 8 en un accidente de tránsito cuando venía de camino a cuidarme. Me quedé solo.

A los 10 años tuve mi primer novio, ni si quiera recuerdo su nombre, era un niño de papá que siempre obtenía lo que quería. Era muy guapo para decir verdad a pesar de nuestras cortas edades; recuerdo que jamás fuimos la pareja más unida ni la pareja más estable.

-Me gustas, Tobías.- Me dijo un día en el baño mientras lavaba mis manos, yo solo lo miraba por los reflejos de los espejos sin ninguna emoción en particular.

-Oh.

-Seamos novios, ¿te parece?- Me preguntó extendiendo su mano con la mía mientras me miraba, como si fuéramos a hacer un contrato.

-Bueno, me parece bien.- Cerré el apretón de manos.

Así fue como nos volvimos novios, jamás me dio dulces como las parejas inocentes hacían, jamás me dio pequeños besos en la frente, jamás me abrazó por detrás diciéndome lo mucho que me quería; fue una relación un poco más grotesca que inocente. Éramos los novios que quedábamos en alguna de las dos casas y nos besábamos sin pudor sobrepasándonos de vez en cuando en fricciones y sudor.

Perdí mi virginidad a los 10 años con el mismo chico, estábamos en mi casa mientras él metía su mano en su pantalón tomando mi pene y masajeándolo de arriba abajo. Se recostó en el sillón de mi cuarto bajándose el pantalón y me dijo que se la metiera. Así lo hice.

Después de eso me terminó; era una vil zorra que le gustaba tener sexo con otros pequeños niños inexpertos. Lamentablemente me volví igual que él, me gustaba la sensación en mi pene o en mi ano, los gemidos y lo bien que se sentía tener un orgasmo en pleno momento. Me volví el típico chico que cambiaba cada dos días de pareja sea chico o chica, menor o más grande que yo, de todo tipo.

Enséñame a amar (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora