Mi sacerdote Grabiel

Capitulo 52

Gabriel

Amar a Vale es tan sencillo, es tan única, espontánea y loca que me encanta sin duda alguna, estás semanas a su lado son las mejores, salir a caminar, leemos juntos, vemos películas, noche de karaoke, picnic, salias al cine, cartas de amor.
Gabrielito está por cumplir 6 meses ya.

La vida pasa y pasa hermosamente bella..

Me marca Vale por teléfono.

-Gabriel después del trabajo pasaré al salón de belleza.
-De Acuerdo.

Valentina

Hugo después de que se enteró que regresé con Gabriel, se alejo mucho. Está saliendo con Samantha, la chica de recursos humanos, hacen bonita pareja.

-Valentina hija!!. Me marca por teléfono.

-Tia? Está bien? -Esta bien Gabrielito?

-No, estoy en urgencias con el!
-Que?? Que tiene voy para allá!!!

Salgo con prisa, en el camino le marco a Gabriel.

Llego y está mi tía Sofía. Llorando, muy asustada.
-Que le pasa dónde está?
-Lo están revisando, de prónto se empezó a poner morado, algo se metió a la boca. Lo descuide por un segundo cuando llegó esa mujer. Me dice llorando.

-Que mujer? Pregunta Gabriel, que recién a llegado.

Mi tía mira al suelo y le responde.

-Tu mamá Gabriel!.
-Mi mamá?
-Si Gabriel, empezó a gritarle al bebé, que era, era un bastardo y no merecía vivir, que no era tu hijo.- y yo la corrí y cuando regrese con el bebé, lo ví, estaba morado, no respiraba.

Empiezo a llorar y Gabriel me abraza fuerte..
-Tranquila, -Tranquila, va a estar bien.

Me consuela Gabriel.

Pero estoy furiosa, y necesito sacar mi maldito enojo, si le llegara a pasar algo a mi Ángelito.

-Tu tienes la culpa Gabriel! -Tu la tienes!!
-Tranquila, Vale. Mi tía trata de calmarme.
-Noo, tía, Gabriel y su bendita madre. Tienen la maldita culpa. No puedo para de llorar.
-Que quiere tu mamá Gabriel? -Que te deje? Eso quiere para dejar a mi hijo en paz? -Bueno, ve y dile que que no estaremos más juntos, que te dejo.
-No Vale, para por favor! Gabriel llora pero mi frustración es más grande.
-Asi es ! Y escuchaste Gabriel!! -Lárgate de aquí, no quiero verte!!.
-No, no me iré, es mi hijo.
-Que te vallas!!! Le gritó fuerte.
Mi tía lo toma de la mano y lo saca.

Gabriel

No me iré es mi hijo le digo a Vale, pero llora mucho .
Sofia me toma de la mano y me saca.
-Hijo, espera aquí, deja que se calme un poco.
Asiento.

Valentina

El doctor sale, y me dice que tienen que intervenir a Angelito, al parecer está atorado algo que está obstruyendo en paso de oxígeno.

-Necesitamos donadores de sangre, pero la sangre del bebé es AB negativo, así que tú o el papá la deben de tener la donen por qué esa sangre es un inusual y no hay en el banco de sangre.

Me dice el doctor.

-Tia mi sangre es  O positivo, así que Gabriel la debe de tener.

Voy a buscar a Gabriel, y ahí está afuera sentado.
-Gabriel, necesitas donar sangre a Ángelito, el tiene tu sangre. AB negativo.
Gabriel habré lo ojos grandes y se queda pensativo.
-Vale yo tengo la sangre de mi mamá, soy B positivo.
-No Gabriel, el niño debe de tener tu sangre. -Entiendalo, tú eres su papá y el no sacó mi sangre.
Se queda en silencio y le marca a su mamá.
Su mamá llega al hospital, con zapatos de bruja y con esos vestidos de difuntos.

Me mira y camina directo a Gabriel.

-Gabrielito, tu tienes mi sangre, eres B positivo. -Por eso cuando tu papá tuvo ese accidente tú no pudiste donarle sangre, por qué no eras compatible.

Gabriel me ve. Y se me queda observando.

-Gabriel, entiéndelo, la sangre que tiene Angelito tu la debes de tener, y es muy difícil de encontrar la. Debes donarla por qué lo van a intervenir. La necesitan!

Se queda ahí de pie. Y yo no dejo de llorar.

-Vez hijito, ese niño ni es tu hijo. Le dice su mamá. Gabriel tiene los ojos rojos y lágrimas ruedan por sus mejillas.

-Valentina, como puedes engañarme de esa manera. Me dice furioso.

-De que hablas Gabriel??? Le gritó de desesperación.

-Gabriel, por favor. Le digo desesperada.
-Gabrielito, tu papá tenía sangre A positivo, y tú mi sangre, B positivo. Mira!
Saca una tarjeta que trae en el bolso, es la licencia de conducir, e indica la sangre , y si es B positivo.
-Recuerdas al doctor, Gabriel, cuando tú padre estaba grave, que necesitaba la sangre, acuérdate Gabrielito, cuál sangre pedía.

Gabriel se acerca a mí, y me toma del brazo fuerte.
-Valentina, eres una, una cualquiera!!!

Lo bofeteo!! Gabriel, lárgate, le gritó, no te lo voy a perdonar, no te vamos a perdonar ni Angelito ni yo, nunca!!!

Mi tía corre a Gabriel y a su víbora madre.

-Tia, que vamos a hacer tía! La abrazo, y me tiró al suelo.

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