Capitulo 30

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Valentina

Después de la visita de la tipa esa que me puso en alerta, entraron en mi unos celos, Gabriel es muy guapo, alto, varonil y muy caballeroso, es una presa para cualquiera, sumándole lo inocente.
-Gabriel, vemos una película para terminar nuestro sábado?
-Si, por supuesto.

-Gabriel, sabes, dentro de mis planes nunca fue embarazarme, creeme, no me imaginé ésto.
-Valentina si tendremos un bebé, así lo decidió el de arriba.-Pero quiero hacer las cosas bien, poco a poco, pero bien.
-Te arrepientes de algo?
-No, jamás, nunca.
-Yo también, nunca me arrepentiré de algo.

Gabriel, me besa, con ternura, respetuoso,
Y eso de el me prende, es como una mezcla de santidad y pecado, del cielo y el infierno.
Con sus manos toca mi espalda, el olor de sus sábanas color marfil es una mezcla de olíbano y su humor, que me exitan tanto.
Solo la luz de la tv nos alumbra y siento la respiración de el algo agitada.
Le quito su camisa y queda solo en jeans y yo estoy en pantis y la camiseta azul.
-Valentina eres hermosa.
Mi dice al oído, con su voz ronca pero suave.
-Lo beso en sus labios y en el cuello.
-Eres mi Gabriel.
Lentamente desabotona la camisa y mis tetas quedan el libertad, están más grandes por mi embarazo, y el las nota.
Me besa en ellas muy suave y le desabrocho el jeans.
-Segura Mi Ángel?
-Completamente
Quita mis pantis,.y el resto de ropa que trae,.apoya con sus brazos, está encima de mi, acomoda su sexo y me penetra suave, lento, hace gemir, lo deseaba tanto, su boca está junto a la mía como un beso eterno, Gimo en su boca y el en la mía.
-Eres, lo que más quiero en ésta vida.
Me penetra lento
-Eres mi salvación, mi esperanza y mi fe.
Me mira a los ojos, y me penetra nueva mente, firme, y lento. Su respiración es agitada, me penetra más profundo y presuroso, me hace gemir una y otra vez, mi espalda hace arco gran arco.
-Gabriel, amo tus caricias.
-Vale, mi Vale.
-Gime Gabriel en mi boca, llega mi orgasmo y el de el, y siento su palpitaciones dentro de mí. Respira agitado.
-Vale, dime si te lastimo.
-Para nada sacerdote.
Nos quedamos ahí, disfrutando la noche, el momento.
Cuando estoy apunto de dormir, suena el celular de Gabriel. Gabriel lo alcanza con su mano si moverse de la cama, lo tiene en la mesita junto a su cama.
-Si?
-Hola Gabriel, soy Karla.
-Quien?
Pregunta extrañado
-Yo Karla, del colegio.
-No se estoy aquí en casa de tu mamá y me pidió que te hablara para decirte que te espera para cenar.
-Karla, no puedo estoy apunto de dormir.
-Solo?
Hay doy, esa mujer.
-Noo! No solo, por qué?
Grito fuerte para que me escuche esa mujer.
-Oh que pena haz de pensar que soy muy indiscreta Gabriel.
-Pues si lo eres!! Vuelvo a gritar!!
-Dile a mi madre que mañana voy a verla, gracias. El
-Tranquila, te ara daño.
Me dice muy sereno, mientras me cubre con las sábanas blancas.
-Claro que me ara daño esa mujer!
-No digas eso.
Mientras me besa la frente.
-Vale, si te digo que quiero presentarte a mi madre.
-Cuando Gabriel?
-Mañana talvez.
-Gabriel, no se, tengo que hacer unas cosas, el lunes regreso a trabajar y estado ausente mucho tiempo. -Mejor Mañana me acompañas a comprar frutas y verduras?

Mi sacerdote GrabielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora