Capitulo 59

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Gabriel

Leo una y otra vez la carta de Valentina y la visualizo sin mi, siendo felíz,.con otra persona, siento miedo, pero solo quiero su felicidad.
Voy a ver al padre José.
-Gabriel, Valentina te ama, pero debes de ser justo, ella se merece la felicidad contigo o sin tí. Ella superó sus miedo, y fue muy valiente, ahora es tu turno, ve por ella y por Ángelito o déjala ser felíz con alguien más. Es tu decisión hijo. Pero esa descision la debes de tomar ya.

Valentina

-Tía, te vez hermosa el blanco te va muy bien. Le digo mientras retoca su maquillaje.

-No puedo creerlo, hoy te entrego en el altar tía Sofía.
-Hijita, un día te llegará a tí, no lo dudes!

Sonrío, pero lo veo muy lejos.

La ceremonia es muy emotiva. Más cuando el novio llora al decir los votos.

Esteban sonríe y me mira. Y hace muecas por lo que hace su papá.

Angelito duerme y Estaban lo carga en brazos,. Pues es un regordete y yo tengo miedo de caer con éstos zapatos y este vestido de color dorado,.o bueno que se me salga una niña con este tremendo escote que mi tía me convenció.

o bueno que se me salga una niña con este tremendo escote que mi tía me convenció

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Es muy buena escusa para Valente ,pues odia bailar.

-Bailamos Vale? Me pregunta Esteban. No sé, estar con Esteban me siento protegida, como hace mucho tiempo no me sentía.

-Siip, pero no me dejes caer!

-Jamás! Me dice. Bailamos una balada. La recepción es pequeña pero muy linda y romántica, hay flores por todas partes y velas, Tía y Valente se ven muy enamorados.
Hugo y su novia se fueron temprano, apenas creo que Hugo será papá. Cuando se enteró grito y bailó como loco.

Bailamos un poco, me sentía muy cómoda con Esteban, hasta que nos miramos a los ojos por un momento, estamos muy cercas y eso me pone nerviosa.

Huele muy bien y su porte es perfecto. Es muy caballeroso, y muy respetuoso y trabajador, siempre está pendiente de su padre y cuando conoció a tía Sofía fue muy amable, dice que se siente felíz por qué su papá está enamorado, desde que murió su mamá, cuándo el tenía 12 años el jamás se volvió a casar. Se dedicó a el.

Bailo un poco, y Esteban me mira, y mis bellos se erizan, estamos muy cercas y lo miro a los labios, y siento su respiración cercas de mi, por un segundo pienso en Gabriel y desvío la vista a las mesas y ahí está el, viéndome.
-Gabriel?


Mi sacerdote GrabielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora