Mi sacerdote Grabiel

Capitulo 19

Valentina

Regreso y el ya no está, todo el maldito día llorando..
Al día siguiente despierto y otra vez no está.
Trato de seguí con mi vida y con el resto del viaje, termino la mitad de los artículos y regreso a la Ciudad.
Después de mes y medio fuera de depa, estoy jodidamente mal sin el, pero más inspirada en los artículos.
Llego a mi oficina y mi jefe.
-Hola Valentina la espero en mi oficina.
-Como gusto jefecito. Y le hago una mueca a escondidas.
-Pase, pase Valentina.
-Sabe, sus artículos han Sido un éxito. -Le otorgaron las vacaciones que deseaba.-ha trabajado arduamente y se lo merece.
-Gracias!
-Usted y el padre Gabriel hicieron una muy buena mancuerna juntos.
Vergas! Pienso.
-Lo se jefe.
-Asi que Valentina se va dos meses. -Disfrútenlos.

Salgo de la oficina, me dirijo al baño, me siento enferma, no puedo respirar, Gabriel mi Gabriel .
Salgo de la oficina y me dirijo a una farmacia.
-Hola, quiero algo para el vómito,ny náuseas.
Responde la chica en tono de broma.
-Tal vez una prueba de embarazo?.
-Maldición. Respondo.
Ella me mira asustada.

Llego a casa. Voy a mi baño.
Hago la prueba y jamás la miro.
Busco entre los archivos de mi portátil y encuentro el número de celular de Gabriel.
Tengo tiempo si verlo. Pero debe saber.
-Si diga? Responde el celular rápido. Yo no puedo ni hablar solo al escucharlo.
-Bueno, bueno??? Valentina eres tú?
-Si! Respondo -Calle Quinta #876 Zona Centro. Le doy mi dirección.
Pasan 40 minutos y toca el timbre.
-Pasa. Le digo sería.
Pasa y se sienta en la sala, está un poco más delgado y tiene unas ojeras terribles.
Le doy en la mano 5 pruebas de embarazo, las 5 son positivas.
-Sabes, el día que escuchaste la conversación mía y de Hugo, fue mentira, quería ponerte celoso. Hugo y yo jamás pasamos la noche juntos aún que yo le pregunté y el dijo que si. Claro que me acuerdo de todo y el y yo jamás dormimos juntos.
-Valentina, yo yo, vamos a ser papás?
-Si Gabriel. -Estoy embarazada, espero un hijo tuyo.
-Yo te amo Vale, te amo.
-Gabriel para, yo no sé que hacer, yo no puedo tener un hijo de un sacerdote.
-Espera no, no, no, no digas eso. -Yo deje el sacerdocio.
-Trabajo de maestro.

Había una esperanza pero necesitaba tiempo, tiempo para sanar las heridas de mi alma.

-Gabriel necesito tiempo. -Necesito solucionar unas cosas.
-No te alejes de mi, te lo imploro.
Me abrása y me besa.
-Emepezemos de nuevo si.