XXVI

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Anthoaneth.

Ser la Bohër, implica disciplina, fuerza, poder y soy digna de ese puesto. La DHV es algo que no se destruye fácilmente porque muchos han intentado hacerlo durante años, pero por mala suerte se metieron conmigo.

No me interesa si Natasha es Cleopatra, no me importa si se folló a mi marido... Pero corran, que se han metido con Victorino. Y la guerra apenas comienza.

Tengo entendido que la Danger high voltage se mete con tus socios para que te vuelvas mierda. Pero ¡No hay nada más divertido que meterse con lo que más quieres! ¡Con tu debilidad! ¿No es así? Eso lo aprendí de Natasha. Y lamentablemente yo hago lo que me gusta que me hagan, y si realmente me gusta como me tratas, te trato mucho mejor.

Y viceversa si no es de mi agrado.

Los gritos de dolor por parte de Cleopatra son música para mis oídos.

—Muy buena idea la de poner un micrófono en la tapa —felicito a Jailev.

El hindú sonríe cruzado de brazos.

"—¡Tú! ¡Tú lo sabías!"

Aquellas palabras cargadas de desesperación me hacen tener que echar la cabeza hacia atrás por la risotada que echo.

—¿Le enviamos el segundo regalo? —me pregunta Jailev.

—Aún no —alzo la comisura de mis labios—. Ven —le hago una seña para que me siga—, juguemos un rato con Arsínoe.


*

Graham.

La tela de mi camisa es un completo lío por las lágrimas de mi suegra que la empapan. Si yo me derrumbé apenas vi el contenido de la caja, no quisiera saber con exactitud como se siente ella.

Y realmente no sé qué es peor, si mi sufrimiento al enterarme de esa forma de que iba a ser padre, o el de Helenna que era la única que sabía de ese embarazo.

Intenté mantenerme de pié para continuar con la búsqueda, y tengo las ganas. Pero es como si mis fuerzas murieron junto a mi hijo. Miles de cuestionarios me vuelven mierda la cabeza, mis respuestas a ellos son un mar de lágrimas confundidas.

¿Ella estará bien?

Y lo que más me jode es saber que la mafia italiana es una de las peores para torturar, te dañan físicamente... Y por si fuera poco, también te joden la mente hasta volverte loco.

Jamás entenderé por qué la vida le hace mal a las personas buenas. Mi Amelia te transmite paz con tan solo sentarte a tu lado, su carcajada te ilumina la vida, su tacto me hace sentie seguro, quisiera que esto sea una pesadilla, quisiera padecer de parálisis del sueño. Pero cada día que pasa, me convenzo más de que esto es real.

Los sollozos de Helenna hacen que yo también los emita, ella se aferra a la tela de mi camisa mientras yo lo hago a sus brazos. Quizás Amelia no tenga muchos conocidos, pero los que somos cercanos a ella, estamos sufriendo un infierno que no mermará hasta encontrar alguna pista.

El sonido del timbre se oye por encima de nuestros lamentos, aparto a Helenna con delicadeza y me levanto para abrir la puerta luego de limpiar un poco mi rostro.

—Cata... —digo con desconcierto cuando abro la puerta.

Ella me abraza antes de que pueda decir otra cosa

Danger high voltageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora