XVIII

22 8 5
                                    


Quiero darle mil gracias a Park_Steph por este banner de personaje. Estoy encantada.

 Estoy encantada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aquelarre.

Mánchester / Inglaterra

Anessa.

Paso las yemas de mis dedos manchados por un lienzo en particular, ir a galerias de arte es uno de mis pasatiempos preferidos, bebo un sorbo de mi copa de champagne y se la entrego a mi guardia de turno cuando mi celular suena en el bolsillo de mi sobretodo.

-Por favor, dime que me darás buenas noticias- pido al descolgar.

-Esta mañana localizamos el jet de mi hermana en Asia- me contesta Dakota, con ese acento italiano que no pierde aunque viva más en Inglaterra que en si país natal-. Fuímos a la casa de Sekhmet por primera vez.

-¿Y...?- la invito a continuar cuando se sume en un silencio breve.

-Anessa, no sé cómo decirte esto...

Me alejo un poco de los guardias, pensativa.

-Dakota, sea lo que sea, dímelo ya. Estoy en la galería de arte de la prima de la difunta Naomi, dándole mi apoyo como Bohër y mis condolencias como persona, si no vas a darme buenas notic...

Una lágrima se escapa de uno de mis ojos apenas me interrumpe.

-Encontramos el cadáver de Mario. No pudo ser Sekhmet, más bien... Creo que Ninazu tiene que ver en esto, no dejó su símbolo por ninguna parte, pero atando cabos; todo señala que pudo haber usado la confianza de mi hermana como un punto a favor.

»Aprovechó que iba sólo con un guardia y la raptó.

Busco el sofá más cercano y me siento, con los codos sobre las rodillas.

-Anessa...

-Dame seguridad de que fue Ninazu. Si Anthoaneth no la mató cuando tenía el mismo poder que tengo ahora, yo misma me encargaré de que esa hija de puta pague por toda la mierda que nos ha hecho.

Cuelgo la llamada sin darle oportunidad de contestar algo más, Dakota vuelve a insistir, pero coloco el celular en modo vuelo con mi visión borrosa por las lágrimas. Siento como el pecho se me contrae.

Mario, mi hermano. Mi único hermanito ya no está conmigo. Yo... Me ahogo en mi dolor, tanto que no pienso ni en llamar al esposo de Dakota para darle mi sentido pésame.

Cuando Dakota y yo teníamos diecisiete años, ya estábamos en todo este mundo delictivo por ser parientes de mafiosos acaudalados, ella era hija de Victorino y Reinaiah Ferrara, los reyes de Italia en ese entonces. Yo, era sobrina de Ricardo Goretti, un senador Londinense corrupto que tenía grandes negocios con los Ferrara.

Danger high voltageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora