Parte 8 Más fresca que el viento

350 75 15
                                    

Freia Nicols

Y mis cortas pero muy costosas vacaciones llegaron a su fin, ahora tenía que volver a la realidad, triste y fría realidad donde tendría que conseguir un trabajo urgente para renacer de las cenizas de haber gastado hasta el último céntimo de mis ahorros. Bueno tampoco es que fuera tanto dinero, pero era todo lo que tenía. Aunque no me arrepentía este viaje llenó todas mis expectativas además estaba siguiendo esa frase que vi en face y que me pareció súper genial, "El dinero es para vivir bien, no para morir bien" entonces a la mierda, obvio en mi llegada mi madre me iba a dar unas cuantas nalgadas cuando le pidiera el préstamo que tenía en mente para pagar la renta y demás cosas, aunque también confiaba que mi papá me ayudaría a que su furia no fuese tan destructiva. Es que ya podía imaginar su voz llena de ira gritando "Freia Nicols Miller, eres más fresca que el viento, que vas a hacer cuando tu padre y yo ya no habitemos este mundo, morirás de hambre, tienes 25 años y aún no puedes valerte por ti misma y esto es culpa tuya Bryan Nicols por consentirla y no dejar que madure" Mierda, me esperaba una buena dosis de amor materno nótese bien el sarcasmo.

Mientras voy camino al aeropuerto recuerdo la palidez y la expresión de puro desconcierto en el rostro del señor ya no tan bonachón, su esposa e hijo cara de bobo. Parecía que hubiesen visto un fantasma cuando ingresé en el hotel a la hora en que lo hice y de inmediato me  preguntaron donde estuve y les respondí con la verdad, allí mismo bajaron dos tonos más de palidez y me pareció demasiado gracioso y no supe ni por qué. Él hecho es que después volví a mi habitación y el resto del viaje obtuve todo lo que quise del hotel y no recibí más negativas por parte de ellos, en parte por eso me sentía tan satisfecha con mi viaje pues finalmente fue como lo deseé aunque aún quedaba el hecho de que Igon no se me salía de la cabeza, quería saber todo de él. Sin embargo, cuando mencioné su nombre en la posada tratando de reunir información todos salían con prisa inventado cualquier excusa para no hablarme del tema, en todos sin excepciones alcance a ver un atisbo de lo que sin duda era miedo. Entonces pensé, ¿Que tal si él era miembro de la mafia o algo por el estilo? No es como si no fuera posible, aunque recordaba que mencionó que la propiedad, es decir, el castillo conocido como el de Drácula era suyo, además su casa y la decoración no ese veía para nada como imitación, claro que yo de eso no sabía nada. Aunque quién tuviese la posiblidad no solo de comprar sino de mantener sendas propiedades debería de estar podrido en dinero.

Llegué al aeropuerto e hice la fila para chequearme y entregar la maleta. Sin embargo, cuando entregué mi identificación al joven que me atendió este frunció el ceño tecleo de forma frenética y me miró. Me puse nerviosa en el acto y de inmediato miré mi teléfono con el corazón bombeando a mil, no se me podía haber pasado mi vuelo, no no y no porque no tendría un quinto para pagar una penalidad y estaba muy segura que si llamaba a mamá ella por puro escarmiento me dejaría a mi suerte.

Al revisar los datos de mi reserva respiré de nuevo y con triunfo al darme cuenta que en definitiva todo estaba bien, así que le enseñé la pantalla al sujeto con toda la intensión de que no me saliera con bolitas de popó.

—No es eso Srta. Nicols, usted podría acompañarme por favor.

¡Noooo! grité en mi interior, un capítulo de alerta aeropuerto se dibujó en mi mente y me negaba rotundamente a ser revisada por todos lados, además estaba segura que yo no tenía cara de delincuente.

Sin chistar seguí al sujeto aunque lo que quería era que me dijera de una vez por todas que estaba mal para poder continuar con mi viaje a casa. Sin embargo, él solo me dijo que ya me dirían lo que sucedía y esto causaba que me sintiera aún más nerviosa.
Después de caminar como por cinco minutos los cuales se hicieron pesados y eternos llegamos a una sala rodeada de puertas de vidrio y la cual se leía vip. Bien, por lo menos no era una sala de interrogatorios.

BEAST SOULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora