Freia Nicols
Ok me imaginaba que nos teletransportaríamos a la oficina o que Igon se convertiría en niebla, tal vez en un murciélago y saldría volando por la ventana, hecho que en mi imaginación se veía realmente gracioso teniendo en cuenta la estatura y contextura fuerte del hombre que me veía desde su asiento con total exasperación.
—Vas a subir o debo hacerlo por ti. _Exigió con prisa.
Es que me había quedado alucinada con el coche de alta gana en el cual se acomodó de piloto y la verdad no sabia de que me asombraba o bueno si, del hecho de que he leído tanta fantasía que esperaba de todo esto un poco mas de magia, brujería o lo que sea. Pero en su lugar estábamos haciendo algo tal normal como tomar un coche e ir a trabajar.
Me subí de copiloto sin decir nada él encendió el auto de inmediato, causando un ronroneo de esos que solo los motores como estos pueden lograr, sin perder detalle de su expresión me di cuenta de la sonrisa de pura satisfacción que se dibujó en sus labios, así que a Igon le gustaban estos juguetitos.
Llegamos al gran edificio donde por supuesto estaban las oficinas principales de su negocio y donde se suponía yo trabajaba, aunque dadas las circunstancias ya ni sabia donde me dejaba todo esto. Llevaba días sin venir, también el hecho de que me asustaba el estar tan ignorante de tantas cosas, pero algo adicional la preocupación de estar metiendo en todo este lio a mis seres queridos.
—Eh _Dije para llamar su atención.
—¿Qué quieres? _Preguntó mientras apaga el coche y se disponía a tomar el elegante maletín empresarial que dejó de forma descuidada en el asiento trasero.
El que hiciera cosas tan normales me hacía reformularme si todo lo que mi mente experimentó las noches pasadas, si todas esas conversaciones, si lo que vi que hacia con Dina mientras extraía su sangre solo se trató de una mala pasada de mi imaginación. Es que él se estaba comportando como cualquier otro empresario apurado porque quien sabe quien le esperaba para firmar un negocio multimillonario.
—Vas a hablar Freia o te vas a quedar mirándome todo el día, no tengo tiempo ni paciencia para esto.
Gracias a su reprimenda sacudí la cabeza alejando mis múltiples divagaciones.
—Necesito pasar a mi casa he dejado mi móvil, mis cosas, necesito avisar a mi familia que me encuentro bien. _Expresé algunas de mis preocupaciones. Él mientras tanto a pesar de su evidente molestia me estaba escuchando con atención y a pesar también de todo esto me era imposible que mi estomago no se contrajera y que miles de mariposas no revolotearan allí por el simple hecho de que me estuviera poniendo atención...patético, lo se.
—Dile a Michel que te compre un móvil, que te compre lo que sea que necesites ya te he dicho Freia y no me gusta repetir que si pones un pie en tu casa estas muerta, si pones un pie en la casa de tus padres estas muerta, si incluso pones un pie en esa atrocidad que ese amigo tuyo llama negocio están muertos todos. Esa será tu entera responsabilidad, no me apetece hacerte de niñero ni mucho menos andar tras de ti para garantizar que tu cabeza siga estando sobre tus hombros, esa mi querida será enteramente tu decisión aquí no estas presa. Así que no hagas drama por baratijas, llama a tus padres y hazles saber que no volverás.
Me quedé boquiabierta con lo que acababa de decir, ¡No! En definitiva, esto si estaba pasando y todo lo experimentado era real.
Mientras mi mente seguía tratando de entender me di cuenta de que seguía en su auto mientras él ya estaba por llegar al elevador. Y es que no, no era tan fácil como llamar y decir, madre, padre me he ido de mi casa y no puedo verlos nunca más. Este sujeto estaba mal muy mal, es que si en su mundo eso era normal en el mío no y esto no se podía quedar así.
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BEAST SOUL
FantasyRememorar el pasado no es bueno para un ser como yo, vagar por ese camino podría traerle muchos problemas a aquellos que quisieron quedarse, aún me resulta estúpida su decisión cuando por una sola vez les permití decidir. Dos opciones tenían, la pri...