Parte 24 Intromisión

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Cash

¡Mierda! el torrente de excitación se extiende por todo mi ser al sentir sus labios contra los míos, nunca imaginé que se atreviera a dar ese paso, no cuando se lo que la une a Dumitrescu. Sin embargo, no me negaré este momento, no cuando lo he ansiado tan fervientemente. 

Profundizo el beso queriendo bebérmela un poco más. Freia Nicols aparenta ser una mujer simple, común y corriente. Sin embargo, ese fuego que la acompaña se hace imposible de ignorar, ella no se da cuenta de lo que provoca y ese hecho puede ser muy peligroso para su existencia humana. 

—Quiero mas. _Pido ciego de deseo y ella gime en respuesta. 

Es lo único que necesito para ayudarla a ponerse de pie y guiarla a la salida del restaurante. Camino al estacionamiento, no emitimos palabra alguna, pudiera transportarnos de una forma mas rápida, pero no me atrevo a hacer absolutamente nada que pueda sabotear lo que esta a punto de suceder y lo que tanto deseo. 

El tiempo se me hace eterno mientras conduzco queriendo llegar a la residencia y cumplir al fin aquello que llevo deseando desde que la conocí, ese frenesí que he tenido que contener gracias a que ella le pertenece a mi mentor y rey, a quien se supone debo serle fiel por la eternidad, pero que ahora mismo estoy próximo a traicionar por las ganas de enterrarme en el cuerpo de su compañera. 

Llegamos al lugar y la apremio a ingresar en la casa, me basta tan solo una mirada para que el poco personal que queda se esfume de nuestra vista, acto seguido dirijo mis ojos a sus ojos y lo que encuentro me prende mas, ella también me desea. La insto a ir a la planta superior en donde se encuentra mi habitación. Sin embargo, en el camino la mano que le llevo sujeta de un momento a otro pierde fuerza en mi agarre, la observo otra vez y noto como el fuego que la acompañaba migró al hielo y algo mas. Trato de enforcarme y me entero de inmediato de lo descuidado que he sido, ella, ella lo ha notado antes y esto solo me dice que el vinculo entre ellos es mas fuerte de lo que un inicio pensé. 

—Que considerado eres Cash. _La voz de Dumitrescu viene desde la penumbra.

Él no fue a buscarnos, solo nos estuvo esperando. Le gusta jugar, y esto para él no es mas que eso, entretenimiento. 

—Has entretenido a mi compañera y eso es algo por lo cual me siento satisfecho. Sin embargo, tus servicios ahora mismo no son requeridos, retírate. 

Noto como hace especial entonación en Mi compañera y en la palabra servicios, me esta recordando mi lugar y me molesta. Aun continuo con la mano de Freia entre las mías, ella esta tensa, congelada a causa de una emoción devastadora, desconozco cual sea ¿miedo? no sabría decir con exactitud que la embarga. Retiro mi mirada de mi rey y la devuelvo a ella, tiene los ojos clavados en él y lo que veo no me gusta, trato de llamar su atención y lo logro. Sin embargo, ya no hay nada para mi allí y me molesto. Con un asentimiento de cabeza me trata de decir que todo esta bien y a regañadientes me voy rumiando lo que mi cerebro acaba de abstraer y no, no puedo estar pensando en enfrentarme a alguien como él precisamente por una mujer que no me pertenece. 

—Acércate Freia. _Es lo ultimo que escucho antes de salir de ese lugar asfixiante. 


***

Freia Nicols

Antes de ingresar en la casa sentí su aroma. Sin embargo, la ignoré al pensar que se trataba de una maldita broma de mi mente, no fue así, porque cuando crucé la puerta este se hizo mas evidente y la adrenalina que antes sentí fue reemplazada por algo mas fuerte, mal, porque lo anterior palidece ante las sensaciones que me despierta el cobrón hijo de puta que nos mira desde la penumbra. No le temo aunque debería, se que el no temerle es una gran estupidez, ya que, a alguien como él solo le importa si mismo. 

BEAST SOULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora