Parte 26 Mortificada

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Freia Nicols

Decir que estoy preocupada es poco, no logré pegar el ojo en toda la noche gracias a la ansiedad de no tener idea que sucedió con él y al mismo tiempo me siento estúpida al preocuparme por alguien tan desagradable. Sin embargo, no es como si pudiera controlar todo aquello que me impulsa a estar de su lado y es que cuando se vive en la oscuridad, cuando no tienes ni idea de como se manejan en este mundo absurdamente surrealista tiendes a estar en un estado casi permanente de mortificación. 

Cash prácticamente me sacó a rastras del encuentro que se convirtió en algo hostil, lo que en un principio pensé era una cena de negocios se redujo a una encerrona por parte del líder de lo que ellos llamaban Clan. 

***

Tres días con sus respectivas noches sin saber absolutamente nada de él, Cash por su parte sale y entra con semblante tranquilo, como si no le preocupara lo que pudiese estar ocurriendo con su jefe, ¿acaso le odiaba? Tal vez para Cash era algo bueno que Dumitrescu no regresara. 

El solo hecho de pensarme el no volver a ver sus sobrenaturales ojos o el no dejarme tentar por su misterio, por la forma en que quiere alejarme me mata, me causa una inclemente sensación de ahogo que amenaza con llevarse lo que queda de mi cordura.

Juro que podría abrir un hoyo en el suelo de la habitación de Igon, no he podido quedarme quieta desde la noche en que llegamos, tampoco he podido dormir mucho gracias a las constantes pesadillas que se adueñan de mis nervios diciéndome una y otra vez que él se ha ido para siempre. Pero entonces ¿No que era una bestia llena de poder? Tengo miedo, no puedo disfrazar el sentimiento porque es real, por más tosco y miserable que haya sido mi ser lo sigue añorando y le deseo bienestar. Para variar Cash sigue sin decir absolutamente nada y tampoco oculta su enojo por mi gran preocupación. 

***

Igon Dumitrescu

Zarpazo tras Zarpazo, golpe aullido, golpe. Perdí la cuenta de cuantos pues me aburrí en el numero mil. Diferentes licántropos han entrado pidiendo su turno, se regodean en su supuesto triunfo, Tristán por su parte no se ha atrevido a tocarme, se que esta mirando en las sombras, ya que, siento su presencia. Él aun no se fía del todo de su supuesta ascensión. Él ha vivido mas que los impertinentes jovenes que solo conocen de mí la reputación que me precede y en la que ya no confían ¿Por que lo permito? ¿Por que no acabo con ellos lentamente disfrutando de él placer que produce la sangre caliente y el olor a muerte? La respuesta en sencilla. Porque ya nada me sabe, no logro encontrar disfrute en los placeres oscuros con los que me entretenía antaño, han perdido totalmente su valor y la culpable se haya en mi casa. Les permito coger confianza, el sentirse ganadores por primera vez en siglos para luego arrebatarles todo y tratar de convocar la gloria con el baño de sangre que les depara el futuro. Un experimento es lo que es esto, no me humilla, tampoco me divierte aun. Sin embargo, deseo aplazarlo lo máximo para quizás volver a alcanzar las sensaciones pasadas, el placer de la inevitable venganza.

La odio, no la he tocado y ya inyectó una pequeña pero certera dosis de su veneno, no quería reconocerlo, ya que, pensé que si no la tocaba no podría erguirse como mi maldición. Sin embargo, debo aceptarme que su influencia esta surtiendo efecto y que el hambre me tiene distraído. 

—Déjenlo ya. _Escuchó que ordena Tristán y a mi puede importarme menos. 

Sabía que no intentaría mi muerte que esto solo era una ridícula pantomima con la que quería erguirse como el líder mundial de los licántropos, también lanzar un precedente y demostrar que ya no soy lo que era. Sale del sitio sin volverme a mirar y los jovenes a su cargo se divierten con unos golpes mas hasta dejarme desatado. Sé porque se fue, creyó que al estar liberado de las cadenas iría a por ellos. No me importa, les di un espectáculo, que lo disfruten mientras dure. 

BEAST SOULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora