Adrián
Ya había amanecido, estaba tan cómodo aquí al lado de Alex...
¡ESPERA ¿QUE?!
Me levanté de golpe cayendo hacia atrás. Él chico que me gustaba estaba en aquella cama durmiendo, junto a mí, al parecer no lo había despertado aún.
Auch mi trasero.
El recuerdo de la noche pasaba regresaba a mí.
Hoy era sábado así que no era necesario levantarlo, lo mire y por dios, que ternura.
Aquel chico estaba haciendo un puchero abrazando su almohada. Sin más me levanté, viendo la escena, no podía NO hacer esto.
Saqué mi celular y empecé a sacar fotos, diablos Emily ¿Qué me has hecho? ya parezco todo un acosador.
Salí de mis pensamientos al ver a Melanie con una cara de "¿really nigga? ¿Enserio Bro?" al verme tomándole fotos a su hijo mientras dormía.
-Ehhh... ¡No es lo que parece! Bueno si es lo que parece, pero no tan así- Chillé, extrañamente, mostrando mi nerviosismo.
No quería morir. Ella solo frunció el ceño para luego reírse muy fuerte, dejándome perplejo.
- ¿Y dejaré a mi hijo contigo? - Reflexionó en voz alta, aun riéndose.
Tras aquel... ¿Problema? Aunque no sabía bien cómo llamarlo. Normalmente no sabría cómo decirlo, no suelo actuar así, lo juro, este chico me vuelve loco.
Ya luego de la risa de Melanie, Alex se despertó gracias al alboroto y se quedó con cara de "WTF", y bueno ahora estábamos desayunando.
Todo era silencio hasta que Melany bajó la taza de café que estaba tomando, llamando la atención de nosotros dos.
-Hijo, tengo que hablar contigo- Dijo seria, yo me atragante con mi cereal, ¿Lo diría ahora? ¿La sinceridad de Melanie tal vez?
-Bien te tienes que ir con Adri, sin quejas ni preguntas- Dijo firme. Él solo nos miró a ambos extrañado y preocupado, para luego ver a su madre.
- ¿Qué harás? - Preguntó, el chico era adorable no idiota.
- Dije sin preguntas- Chilló haciendo un silencio para luego ponerse a hablar.
- Problemas con tu... padre- Él asintió, se levantó para abrazarla y ella correspondió el abrazo. Luego de unos momentos se separaron, ambos tenían los ojos llorosos.
Me dolía pensar en lo que habían pasado esos dos para encontrarse en esta situación.
-Bien ve a buscar tus cosas, ya las empaque anoche – Dijo.
Un momento... ¿Anoche?
Espera ¿Qué?
Mi rostro enrojeció.
- Tomé un par de fotos, ¿No te molesta, Adri? - Preguntó burlona, se había dado cuenta, esta mujer era maquiavélica, no pude hacer otra cosa que suspirar.
Luego de terminar de desayunar fuimos a buscar las cosas de Alex y subirlas al auto de Melanie, quien nos esperaba ya dentro.
-Ah sí, por cierto, ¿Dónde vives Adri? - Preguntó curiosa.
¿Dejó a su hijo vivir conmigo sin saber dónde vivía?
Suspiré negando con la cabeza, que haría con esta señora. Le pase la dirección, no quedaba tan lejos de la escuela de Alex y el lugar era seguro, barato, pero seguro.
-Ah sí, vivo sólo- Aclaré con el auto ya en movimiento.
Melanie frenó de golpe haciendo rechinar las llantas contra el asfalto sorprendiéndome a mí y a Alex que se había dado la cabeza con el asiento de enfrente.
- ¡Tendremos una charla! - Chillo roja viéndome, que había pensa...do, me puse rojo igual que ella.
-Pervertida- Susurré y ella rió, al parecer me había oído.
Estuvo manejando un rato hasta que paró, frente a mi departamento. Bajamos de este y entramos con las cosas de Alex, quien no había dicho nada en todo el camino y eso me pareció raro.
Me giré a verlo para darme cuenta que se le veía curioso, no le di mucha importancia.
-Hola Adrián- Saludó el recepcionista, o más bien el casero, era un hombre mayor con algunas canas en su cabeza, pero no quitaba su fuerza y voluntad para hacer bien su trabajo como dueño del lugar.
-Hola señor William- Sonreí y seguí mi paso hacia mi piso, al llegar entramos y dejamos las cosas de Alex para luego ordenarlas.
El lugar era pequeño, pero tenía una habitación, y un baño, la cocina estaba bien y tenía ventanas. A pesar de trabajar y conseguir un mínimo sueldo que alcanzaba para comprar comida y alguna que otra cosa como mucho aún tenía lo que había sobrado de lo que recibí que me habían dejado mis padres.
Luego de varias horas Melanie se fue dejándonos en un silencio un tanto... incómodo.
Alex pensaba, y yo lo miraba.
Diablos, me sentía como un acosador.
Me acerqué y me puse frente a él, examinando su rostro, que se veía perdido.
-Oye ¿todo bi...- No pude terminar la pregunta él se lanzó hacia mí y me abrazo.
Sentí que los sollozos salían de sus labios. Estaba llorando, y no lo culpaba, se debería estar sintiendo terrible.
Correspondí el abrazo y me senté en el suelo con él en mis piernas, abrazados y él llorando, mientras yo intentaba calmarlo acariciando su cabello y su espalda.
Luego de varios minutos finalmente se calmó y se separó un poco sin levantarse de mis piernas. Podía ver aquellos ojos tan bonitos, que ahora se encontraban rojos y llenos de lágrimas.
-Shhh todo está bien- Dije acariciando su mejilla derecha limpiando una que otra gotita que caía de tan hermosos ojos, él me sonrió débilmente y apoyó su rostro en mi hombro.
-Me duele todo, cárgame - Murmuró con una voz media burlona, sonreí por aquel comentario.
Segundos después de un silencio en el que admiraba sus ojos, hablé:
-Bien, pero hay un problema que resolver- Dije pensando.
- ¿Qué ocurre? - volvió a verme a los ojos, curioso.
- Yo solo tengo una cama- Contesté apartando la vista de aquella adorable criatura.
- Si tú quieres podemos dormir los dos, y si no, yo dormiré en el suelo hasta que pueda conseguir una- Fui bajando el tono de mi voz mientras hablaba.
- ¡No seas idiota! - Gritó, sobresaltándome, levanté la vista mirándolo sorprendido.
- Primero que nada, es tu casa, eso significa que tú tienes que dormir en la cama y yo en el piso, segundo ya hemos dormido juntos y tercero... no tengo un tercer punto, pero si tú quieres podríamos acostarnos juntos- dijo inocente y yo tragué saliva.
Todo permaneció en silencio mientras intentaba no malinterpretar lo que había dicho.
Sin poder hacer nada, me sonroje nivel tomate, además de que estábamos en una posición que dejaba mucho que imaginar.
Momentos después, Alex intentó levantarse y lo que temía sucedió, él sin querer se frotó en mí, ya saben, entrepierna.
Me mordí el labio para no hacer ningún sonido indebido, al parecer no se dio cuenta porque volvió a intentar pararse ya que sus piernas fallaban una y otra vez.
Lo tomé de la cadera y lo mantuve quieto y sintió "eso", un sonrojo se apoderó de mi rostro como en el de él.
-Será mejor que te lleve al cuarto-Dije para cargarlo sin esperar respuesta y lo deje en la cama para salir corriendo al baño, tenía un pequeño problema allí abajo, mientras él le avisaba a Emy que mañana no lo tendrían que buscar en su casa.
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Te haré sonreír
RomanceAlex, un chico común en una época complicada, confía el secreto de ser gay a su mejor amiga, Micaela, tras eso ella lo difunde en su escuela y se burla de él. Desesperado y decepcionado ante la multitud que lo acosa, sus amigos en quienes no confió...