Alex
Adrián se veía increíblemente sensual con esa sonrisa en sus labios y su mano no se había alejado de mi mejilla.
El calor subió haciéndome sonrojar, la distancia entre él y yo se fue acortando, mi corazón latió con fuerza.
Dios mío no podía estar pasando esto. Un chillido casi escapa de mis labios al tenerlo tan cerca y mi pecho golpeaba tan fuerte que creí que se escucharía.
-Alex yo...- Murmuró Adri cerca de mi rostro, oh dios mío, en este momento podría morir.
Atención cerebro, código rojo.
¡Evacuación!
*Inserte gritos internos de perra loca*
Estábamos tan cerca que podía ver la pequeña cicatriz que tenía sobre la ceja derecha, ay dios mío.
-Yo...- balbuceé incoherentemente por los nervios.
Estábamos a nada de que nuestros labios se tocaran. Mi mente quedó en blanco completamente mientras mis ojos bajaron a ver sus labios de igual forma que él con los míos.
- ¿Adri? - Se escuchó la delicada voz de una chica y diablos que inoportuno está el mundo hoy en día.
Suspiré y me sorprendí al notar que Adrián también lo hizo.
-Otra vez- Dijo y lentamente se alejó de mi revolviendo mi cabello, girándose a ver a quien lo llamó.
¿Otra vez?
-Oh lo siento, ¿Interrumpo algo? - Preguntó la chica de la última vez en el parque, Lara si mal no recordaba.
-No- Dije y el chico a mi lado gruñó un "Si".
Adrián se acercó a ella y le susurró algo, causándome una punzada en el pecho.
¿Qué era lo que estaba por hacer? ¿Qué quería decirme?
Demonios, creí que me besaría. Sin pensarlo mucho empecé a murmurar maldiciones y comencé a caminar dejándolos atrás, realmente no quería verlos juntos.
Mucho menos después de haber pensado que me besaría. Que idiota soy.
- ¿Alex? - Escuché preguntar a Adrián.
Oh no, no me detendría.
De repente recordé que no éramos nada, solo amigos, no tenía el derecho a celarlo y ahora mismo estaba armando una escenita en medio de la calle.
Que grandísimo idiota era.
Lágrimas comenzaron a amontonarse en mis ojos, que sensible estaba últimamente.
Sentí como un brazo me detuvo y me estiré para soltarme, alejándome del agarre que me había detenido como si fuera fuego.
No miré atrás y comencé a correr hacia el departamento, estúpido que era.
Sin darme cuenta choque contra alguien y un "discúlpame" escapó de mis labios en un susurro.
-Oye ¿Cuál es la prisa, Ali? - Preguntó la víctima de mi choque por mi arrebato de celos y me estremecí al darme cuenta que se trataba de Micaela. El mundo era realmente pequeño, maldita sea.
Me alejé lo más rápido que pude de ella con la intención de volver a correr hasta que vi su rostro y me detuve en bruto, palideciendo.
- ¿Qué te...? - No pude terminar la frase, me sentí horrorizado.
-Oh, ¿Esto? No es nada- Rio señalando su rostro, más específicos, señalo sus horribles moretones violeta que eran tapados por su cabello y una capucha.
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Te haré sonreír
RomanceAlex, un chico común en una época complicada, confía el secreto de ser gay a su mejor amiga, Micaela, tras eso ella lo difunde en su escuela y se burla de él. Desesperado y decepcionado ante la multitud que lo acosa, sus amigos en quienes no confió...