Capítulo 16

1 0 0
                                    

Narrador

El sol entraba por la ventana con descaro, recorriendo toda la habitación y chocando con los cuerpos de tres jóvenes en esta.

La única chica se encontraba ocupando toda la extensión de la cama, mientras roncaba sin pudor.

El chico menor, acurrucado a una punta de la litera donde la muchacha no alcanzaba a golpear entre sueños y el mayor de los anteriores en el suelo babeando la alfombra... era claramente una bella vista, sin dudarlo.

El chico menor, a causa de la molesta sensación que producía la luz solar en su rostro, abrió levemente los ojos. Tratando de acostumbrarse al ambiente suavemente comenzó a frotarse los párpados con sus manos en puños, una imagen extremadamente tierna para cualquier ser vivo.

Oh bueno, pudo ser tierno hasta que tomó su celular donde visualizó la hora y la fecha del día en el que se encontraban para dar un grito para nada masculino mientras corría por toda la casa, aún con algún soportable dolor en su cuerpo.

Los otros dos jóvenes, que aún dormían, a causa de aquel alarido afeminado se despertaron bruscamente para ver qué ocurría, preocupados.

Sus ojos se abrieron como platos al encontrarse con un Alex semidesnudo corriendo por la casa en busca de su ropa para la escuela... ese sería un muuuy largo día.

Alex

Tras aquellos incidentes, llegamos por los pelos a la escuela sin que nos echaran por la tardanza, pero al fin de cuentas llegamos.

Emily se encontraba soltando chispas y brillos de felicidad, sin dudarlo dos veces diría que se encontraba pensando en yaoi o bueno, recordando lo que vimos ayer por la televisión.

Ese día tendríamos un examen de matemática, el cual apenas había estudiado, pero sí tendría suerte aprobaría, probablemente.

Puedo decir con orgullo que soy una persona muy inteligente, además de que no necesitaría estudiar, con tal de haber prestado un poco de atención tranquilamente puedo sacar una buena nota.

Entramos al salón para sentarnos tranquilos, aunque siempre había alguna que otra mirada al ser "el chico gay". Al girarme a ver pude notar por el otro lado del aula a cierto pelirrojo hijo del director.

Sonreí levemente y lo saludé, ese era el chico que me había ayudado junto a su hermana. Él correspondió el gesto solamente con un movimiento de mano para volver a mirar hacia el frente.

Pasaron las seis horas en aquel infierno de aburrimiento. Seis horas en las que estuve reflexionando sobre mi vida en algunos momentos, y en otros escuchando las aburridas explicaciones de los profesores.

Al salir, Em se quedó atrás hablando con la profesora sobre el último trabajo que entregamos. Salí a esperarla en la puerta del aula, por lo que me apoyé contra la pared de al lado.

Unas risas me hicieron girar la cabeza y me tensé notoriamente al ver a los idiotas que me golpearon la última vez. Estos se acercaron a mí, codeándose y mirándome con superioridad.

Cerré los ojos, cansado.

-Miren quién está aquí- Rió la cabeza del grupo, mirándome con desagrado. Suspiré considerando las circunstancias.

-Si todavía no se fue es porque le gusta que lo golpeemos, que marica- Dijo con risas otro del grupo provocando las carcajadas de los otros.

-Ven, acompáñanos- Sonrió torcidamente el jefe, acercándose y tomándome del brazo. Iba a ir, no quería causar problemas.

Te haré sonreírDonde viven las historias. Descúbrelo ahora