Capítulo 35

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Narrador

Siguieron su camino luego de las disculpas dadas por ambos primos, dejando satisfecho a Alex, quien ahora se encontraba siendo seguido por Adrián.

-Alex, pequeño, ¿Estás enojado? - Preguntó sin obtener respuesta por parte del contrario, quien seguía caminando frente al mayor.

-Realmente lo siento, no quería hacerte sentir mal, la bruja esa empezó a molestar y yo realmente me eno...- Fue interrumpido por una risotada de parte del más bajito, que hacía rato estaba conteniendo la risa. Le había parecido de los más adorable ver a Adrián sin apartar los ojos de su persona.

Rápidamente se giró, dándole al pelinegro una muy hermosa vista del chico sonrojado con una enorme sonrisa y los ojos llorosos por contener la risa.

-Lo siento, realmente te veías muy lindo- Dijo olvidando completamente el nerviosismo que le causaba la cercanía del mayor, mucho más a su corazón que saltaba en su pecho al estar tan cerca del contrario.

-Tu eres aún más lindo- Las palabras habían escapado solas de sus labios, al ver al pequeño frente a él, a su novio.

"Su novio".

La palabra resonó en su mente embriagándolo con un sentimiento indescriptible. El calor se juntó en su pecho y un cosquilleo picó en su estómago.

Una sonrisa boba se posó en los labios del más alto, que revolvió el cabello del otro, acariciando dulcemente su mejilla sonrojada.

Era sencillamente algo satisfactorio para ambos, ver a la persona que realmente amaban frente a sí, compartiendo sentimientos.

Siguieron caminando en dirección al hospital donde se encontraba Emily y donde seguramente estarían todos los chicos. Nuevamente se encontraban ambos chicos tomados de las manos.

Alex

Después de un tiempo caminando tomados de las manos ya nos encontrábamos frente a la habitación de Em.

Los nervios realmente me estaban consumiendo. Trague saliva. No estaba seguro de si podía hacerlo.

Quería escapar, huir junto a Adrián. Pero eso era algo completamente egoísta, tanto para mí como para todos.

Sentí un suave apretón en la mano, la cual estaba tomada con la de Adrián. Ahí pude relajarme, lo había entendido.

Él estaba ahí para apoyarme. Estábamos pasando las cosas juntos.

No me encontraba solo, ahí estaba Adrián junto a mí, tomándome la mano y sonriéndome cálidamente.

Éramos él y yo contra el mundo. Lo quería, de una forma extraña e intensa.

Mágica.

Inhale aire rápidamente, para soltarlo más lento, relajándome un poco.

- ¿Estás bien? - Preguntó en un susurro el chico a mi lado. Asentí sonriéndole, podía hacerlo y sabía que los chicos aceptarían la relación que tenía con Adri.

Ellos eran muy buenos y ya se habían enterado de que estaba enamorado de él, hasta se habían divertido con ello, dándome su apoyo.

Suspiré nuevamente, mirando esta vez al frente, podía hacerlo.

Sin esperar mucho más, abrí la puerta de la habitación de Em, y el silencio reinó durante unos segundos. Junto a Adrián entramos, cerrando la puerta tras nosotros, aun tomados de las manos.

Frente a nosotros se encontraban Solange, Emily, Julián, Luca e Iván. Éste último se encontraba acostado junto a Em en la camilla.

Ninguno habló, pero los ojos de los cinco chicos se dirigieron a la unión entre mi mano y la de Adrián. Un fuerte sonrojo azotó mi rostro, diablos.

-No...- dijo Solange.

-Puede...- Esta vez habló Luca.

-Ser...-Le continuó Iván.

Un chillido se oyó por parte de Emily y luego todos sonriendo le continuaron.

Mi rostro se volvió aún más colorado al escucharlos tan emocionados y vi un sonrojo más tenue en el rostro de Adrián, quien tenía una gran sonrisa en sus labios.

Oh mi señor. Se veía realmente atractivo.

- ¿Son novios? Oh dios, claro que lo son, solo hay que ver la cara de pasiva de Alex y la satisfacción de Adrián, ¿Desde cuándo? ¿Pensaban avisar, perras? - Comenzó a preguntar muy feliz Emily, haciendo reír al resto.

-OH POR DIOS, MI SHIP OTP ES REAL- Mi rubia amiga dio saltitos en la camilla completamente fuera de sí, tomando a Iván por el cuello de la remera por poco estrangulándolo.

Negué con la cabeza, esa chica estaba loca.

- ¿Ya lo ukeaste, Adri? - Preguntó haciendo sonrojar fuertemente al mencionado, yo reí, pero luego comprendí el término al recordar sus sinónimos, como por ejemplo "muerde almohadas".

- ¡Emily! - Chillé, avergonzado. Ella me miró sorprendida y luego con perversión. Mierda, me había metido en una muy grande.

-Oh dios, quiero detalles- Dijo como si fuera una adicta pidiendo droga, daba mucho miedo.

Vi de reojo a los otros cuatro chicos completamente sorprendidos por la actitud normal de Emily.

Realmente habíamos pensado que ella no volvería a ser ella misma en un tiempo, pero ahí estaba, sonriendo y chillando como siempre.

Aunque no llegaba a sentirme aliviado del todo.

Ella era una chica muy fuerte, pero detrás de la gente fuerte, de rostros sonrientes, de corazones dulces; detrás de todo eso, se encontraba alguien frágil que aún sufría, que estaba encerrado y sentía un gran peso en el alma.

- ¿Qué pasa Alex? - Preguntó al notarme distante y volví a mí.

- ¿Acaso te comió la lengua Adrián? - Un fuerte sonrojo me volvió a atacar.

-Eso es jugar sucio- Dije desviando la mirada hacia una esquina del cuarto.

La risa de los cinco chicos resonaba en la habitación.

Oh que novedad, se están riendo de mi rostro expresivo. Hice un puchero.

Que malos. 

Te haré sonreírDonde viven las historias. Descúbrelo ahora