Epílogo

8 1 0
                                    

Alex

Me encontraba bromeando en el cuarto de mi madre. En esa casa en la que pasé la mayoría de mi infancia. Giré y miré el diario que se encontraba sobre la cama, ese en el que había escrito tantas historias.

-Entonces Alex, ¿Dónde está el personaje de tu libro? - Dijo bromeando y yo bufé.

-Oh cierto, no es real- Una carcajada por parte de ella me hizo darme vuelta y salir de su habitación.

-VAMOS CARIÑO, NO TE ENOJES- La escuché gritar en broma, y me reí. Esa mujer.

Caminé despacio hasta mi habitación. Nos encontrábamos el 24 de diciembre bromeando porque había terminado de escribir mi historia.

"Te haré sonreír"

Fue gracioso verla leyendo como una Fangirl loca, chillando por las partes intensas y enojándose con los antagonistas.

Reí y me senté en mi escritorio, saqué una hoja y comencé a escribir algo que debía haber hecho apenas había terminado de escribir el libro, una pequeña dedicación.

Un toque en la puerta me sobresaltó y giré a ver a mi madre apoyado en el marco de la puerta.

-Aún hay que decorar las ventanas de afuera de la casa- Dijo risueña, siempre me dejaba esa parte a mí.

Me levanté suspirando.

-Maldita madre, me haces trabajar hasta en nochebuena- Gruñí bromeando y ella me revoleó un abrigo.

-Si, vaya a traerme el dinero, esclavo- Dijo volviendo a su habitación.

Bajé las escaleras, abrigándome, ya que estábamos en invierno. Tomé los adornos y salí de la casa para recibir grandes cantidades de bolas de nieve.

Un montón de risas resonaron y yo hice un puchero.

- ¿Era necesario este maltrato? - Dije poniendo mi mejor carita de perrito lastimado y ellos rieron más fuerte.

-Claro que sí- Dijo mi pelirrojo amigo, Iván, quien sorpresivamente se había casado con Solange, quien ahora estaba tomando su brazo.

Sonreí al verlos, la vez que nos confesaron que estaban juntos, él ya le había pedido matrimonio y ella le dijo que no. Había sido muy divertido verlo rogándole por que le aceptara, luego de ocho meses lo aceptó y él muy feliz nos lo refregó por la cara.

-Hola, Alex ¿Cómo te encuentras? - Preguntó un divertido Luca que llevaba una vincha de cuernos de renos, este iba al lado de Julián, su antiguo mejor amigo y ahora pareja. Después del problema con Emily, ellos volvieron a tener contacto y por algunas razones, terminaron declarándose el uno al otro.

-Muy bien- Reí intentando quitarme la nieve que aún tenía en el abrigo. Emily saltó a abrazarme, chillando y yo correspondí el gesto.

-Te extrañe tanto- Dijo contenta. Emy al terminar la escuela se fue a estudiar fuera del país, siendo una chica adinerada e inteligente, terminó recibiendo un muy buen título y trabajo. Hacia un tiempo había vuelto.

Después del problema con su secuestro y el chico que amó, ella no volvió a tener una relación, dice que está bien y que ella no quiere tenerla, pero en cierto punto me preocupa.

Micaela no volvió a aparecer y nunca más hablamos. No pude encontrarla en ningún lado y nadie sabía nada de ella. Fue muy frustrante pero finalmente, después de casi un año y medio me rendí.

- ¿No piensan entrar, chicos? - Dijo mi madre atrás mío, riendo.

Ella después de un año de trámites y juicios, terminó por separarse de mi padre quien acabó con una condena de doce años de cárcel por violencia de género y maltrato infantil, y para cuando salga tendrá una restricción perimetral por maltrato familiar hacia mi madre y a mí.

Te haré sonreírDonde viven las historias. Descúbrelo ahora