Capítulo 36

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Alex

Luego de un par de burlas dirigidas hacia mí y hacía Adrián, terminamos por contarles a los chicos cómo es que terminamos siendo novios.

Preferí omitir el encuentro con Micaela, después de todo ella nunca le gustó que los otros supieran mucho de ella.

Al acabar de contar todo nos encontramos con una Emily completamente emocionada diciendo que era "obra del destino" con Iván dándole la razón, mientras Solange y Luca solo miraban todo enternecidos, junto a Julián con una sonrisa burlona.

-Realmente creí que ya estaban juntos la primera vez que los vi- Confesó Julián mirando hacia Luca, quien sonrió cómplice.

-Estos chicos estuvieron coqueteándose durante cinco años seguidos- Dijo burlándose Solange, provocando más risas de todos. Miré a Adrián y su sonrojo me confirmó que él realmente me había coqueteado más veces de lo que pude imaginarme y nunca me di cuenta.

Miré el reloj a un lado de la camilla de Em, viendo la hora que era, mostrando que habían pasado aproximadamente dos horas desde que habíamos llegado y entre burla y burla se nos había pasado la hora.

-Alex- Me llamó Adri notando el horario también.

-Creo que nosotros ya nos vamos a casa- Dijo levantándose tranquilamente y las caras de los cinco chicos solo reflejó complicidad, ¿Qué estaban pensand...?

-OH ¡NO ES PARA ESO! - Chillé y ellos me miraron alzando una ceja divirtiéndose.

- ¿A qué te refieres, pequeño? - preguntó divertida Solange poniéndome rojo, ella antes no había hecho ningún excesivo comentario ante los chistes de los chicos.

- ¿Ahora tú también, Sol? Me decepcionas- Dije con fingida tristeza y no aguantamos la risa.

Nos terminamos despidiendo y salimos del hospital camino a casa.

Caminábamos despacio, después de todo no había prisa. Adrián a mi lado y yo a su lado, uno al lado del otro.

Todavía no podía creer que después de tanto tiempo juntos, de tanto tiempo que estuve loco por él, nos encontrábamos tomados de las manos yendo a casa.

Reí por lo bajo y un suave calor se posó en mi pecho, realmente estaba feliz.

Me acerqué más a Adrián, al punto de que nuestros brazos se rozaban y él terminó por pasar su brazo por mi hombro, como si fuera un abrazo.

Mi pulso se aceleró y sentí los latidos rápidos del pecho de Adrián. Estaba igual que yo.

Llegamos a la casa y al entrar pude sentir un tirón detrás de mí. Rápidamente terminé contra la pared de la entrada, con un Adrián frente a mi sonriendo.

Y diablos. Esa situación me encantaba.

Tenerlo a él frente a mí con esa seductora sonrisa, tan cerca de mi rostro.

Inconscientemente, mordí mi labio inferior provocando que los ojos de mi contrario se alejaran de los míos para caer en mis labios.

Un escalofrío recorrió mi columna.

- ¿Te he dicho que amo cuando haces eso? - Preguntó y temblé ante su tono rasposo y ronco. Oh por todos los dioses. Ese chico iba a volverme loco.

Fui sintiendo con calma su aliento sobre mis labios y a centímetros de tocarse, él sonrió. Estaba jugando conmigo.

Bufé molesto, realmente había caído en sus encantos.

Sin que él lo esperase, junté nuestros labios en un golpe suave, con movimientos lentos.

Te haré sonreírDonde viven las historias. Descúbrelo ahora