Luca
-Estuvo muy fácil, eh- Escuché decir a Julián quien se encontraba junto a mí.
La respiración de ambos se encontraba agitada. Pelear contra tantos siendo tan pocos, realmente me había dejado completamente exhausto. A nuestro alrededor los compañeros de Julián suspiraban y revisaban sus heridas.
–¿Fácil? Creo que aún no entiendes la situación en la que estamos- Murmuré viéndolo de reojo, todo se había tornado más complicado con la desaparición de Alex y Adri, para que luego se fueran Sol e Iván.
-Vamos, estuvimos geniales, volvimos a los viejos tiempos- Dijo riéndose haciendo un gesto de dolor.
Ambos nos encontrábamos recostados en el suelo, uno al lado del otro, la situación era más cómica que otra cosa, un suspiro salió de mi boca.
–Seguimos siendo un gran equipo- Murmuré pensando en el pasado, el silencio ocupó el lugar, siempre habíamos sido él y yo.
El cansancio se palpaba en el aire frío de aquella noche, las estrellas brillaban con tal intensidad que me llevaban a un trance del cual no quería salir.
Estaba con la persona indicada en el lugar indicado.
- ¿Recuerdas el día en el que nos perdimos? - Murmuró provocándome una sonrisa.
-Como olvidarlo, estaba cagado hasta las patas y luego cuando nos encontraron la paliza que te dieron- Reí sintiendo una punzada en mi estómago.
-Era una noche como esta, una brillante noche de luna llena- Continué relatando, la tristeza junto con la alegría me ocupó, dándome un sabor agridulce.
-Al día siguiente los hombres que trabajaban para mi padre nos encontraron y apenas llegamos a mi casa me dieron la golpiza de mi vida, pero de alguna forma valió la pena- Lo miré de reojo y él cerró los ojos sonriendo.
–El abuelo dijo que era igual a nosotros, "Todo un aventurero"- Reí al escuchar su comentario, en aquella época teníamos un vecino que tenía una edad bastante avanzada y nosotros le hacíamos visitas para molestarlo, también para pedirle la merienda, "el abuelo" era como uno para ambos.
–¿Qué nos pasó, Julián? - pregunté más a mí mismo que a él.
Habían pasado años desde aquel problema y se nos complicó volver a salir juntos sin que alguien nos estuviera vigilando. A la edad en la que yo tenía 14 y Julián 16 tuvimos una de nuestras más grandes peleas, ya que su padre no quería que estuviera relacionado conmigo y él se había molestado porque creí que sería lo mejor distanciarnos, no quería que él siguiera recibiendo palizas solo por estar conmigo.
Desde ese día comenzamos a discutir, hasta que terminamos golpeándonos hasta quedar ambos inconscientes. Cuando me recuperé, mis padres decidieron mudarse y así no volví a verlo hasta hoy.
-El tiempo, saltamontes, nos pasó el tiempo- Miré nuevamente el cielo.
-Lo siento tanto por aquel tiempo- Susurré y él se giró a verme y suspiró.
-Yo también lo siento, Luca-. Me contestó y quedamos en un cómodo silencio, aun acostados mirando las estrellas.
- "Es muy lindo color, el de tus ojos"- Murmuró y lo miré extrañado.
- ¿Qué? - pregunté intrigado, él negó.
-Es hora de ir a ayudar a tus amigos- Dijo levantándose y enseñándome su mano.
-Debemos ser las estrellas de la noche, ¿No es así? - Se burló. Tomé su mano como ayuda para levantarme y me quedé mirando sus ojos, él levantó una ceja, divertido.
ESTÁS LEYENDO
Te haré sonreír
RomansaAlex, un chico común en una época complicada, confía el secreto de ser gay a su mejor amiga, Micaela, tras eso ella lo difunde en su escuela y se burla de él. Desesperado y decepcionado ante la multitud que lo acosa, sus amigos en quienes no confió...