Capítulo 28

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Adrián

¿Qué acababa de suceder? O más bien la pregunta era:

"¿Qué demonios iba a suceder si no interrumpían?".

Realmente no quería ilusionarme, pero... ¿Era lo que yo creía que iba a pasar?

Demonios que inoportuna Em. Reí por mis pensamientos. Esa chica, seguro quería estar presente para ver a su ship favorito estar juntos.

Mierda, no debía ilusionarme.

Seguro diría que me quería como amigo. Auch la friendzone atacaría fuertemente.

Alex no me miraba y realmente me ponía nervioso eso, diablos realmente estaba ilusionándome, pero estoy seguro que diría que solo me quería como amigo, no te ilusiones, estúpido Adrián no te ilusiones.

Pero es que la forma en la que sus ojos brillaban, el sonrojo, sus palabras... Maldita sea, parecía como si todo su ser se centrara en mí. Lo sabía, no debía pensar en más allá, pero es que no podía evitarlo.

Una sonrisa se formó en mi rostro, mierda, ya me había ilusionado.

Miré a Alex de reojo y pude verlo sonrojado, oh dios quería saltar.

Bien, luego de ver a Em se lo diré.

Centrándome en ella, había bastantes cosas que hablar con ella, porque diablos, yo lo sabía. No quería aceptarlo, pero la conocía lo suficiente para saberlo.

Sabía que ella sentía algo por ese bastardo, pero jamás creí que ella llegaría a algo con ese imbécil. Fui un estúpido al pensar que estaría bien, que, aunque yo no dijese nada de ahí no pasaría.

Luego de unos quince minutos nos encontrábamos en la puerta del hospital, agitados por la corrida que habíamos hecho, realmente teníamos los nervios a flor de piel.

Lo miré y él me miró, suspiramos y tomé su mano.

Nuestros ojos no se apartaban de nosotros, sonreí intentando darle un consuelo silencioso y él apretó suavemente mi mano. Soltándola antes de entrar, miré su espalda, él siempre corría delante de mí y cuando me daba cuenta ya se encontraba superando todo, cada temor que lo atrapaba, avanzando a pesar de la tempestad, con sus sonrisas y sus lágrimas, iluminando mi vida.

Realmente ese chico había crecido, como persona y para sí mismo. Pude ver cómo iba aceptándose a sí mismo y como cada vez se abría más con la gente. Noté como se abría ante el dolor y lo aceptaba todo, creciendo. Él era realmente fuerte.

Llegamos al pasillo donde se encontraba Emily y delante de la puerta de su habitación estaban Solange y Luca, mirándose preocupados.

Cuando nos vieron llegar pensé lo peor, apuré mi caminar y frente a ellos nadie dijo nada, hasta que Solange suspiró.

-Bien, Emily ya despertó, pero ahora no podemos entrar- Dijo y yo la miré, confuso, de igual forma que Alex quien se adelantó a decir lo que pensaba.

- ¿Por qué no? ¿Hay algún problema? - Se le notaba preocupado, Sol miró a Luca quien puso su mano en la cabeza de Solange y la otra sobre la de Alex, acariciándolos.

–No pasa nada malo, solo que ahora está hablando con Iván- Ahí entendí todo.

Realmente Iván odiaba al chico del cual su mejor amiga se había enamorado. Le había dolido que ella no le haya dicho nada, se sentía traicionado, lo supuse.

La puerta se abrió de golpe, sobresaltando a Alex, quien tomó mi brazo.

Rápidamente Iván salió con apuro, dejándonos sorprendidos.

Te haré sonreírDonde viven las historias. Descúbrelo ahora