Capítulo XIII

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La señora Venable me estuvo buscando durante toda la semana. Ahora sería yo quien le evitara. ¿Quién se cree que es? ¿Quién se cree como para meterse en mi vida? Agg de verdad, cada vez que lo pensaba me ponía de mala ostia.

-¿Estas bien?-preguntó Jeff a mi lado.

-Si si.-le contesté mirándolo a la cara.

-Pues no lo parece.-dijo de nuevo mientras bajaba la mirada a mis manos. Baje la mirada, mis manos se encontraban estrujando una pequeña bola antiestrés.

-Emma llevas apretando esa pelota desde hace diez minutos, sin decir nada y con la mirada perdida.-me dijo Mutt mirándome preocupado.

-¿Por qué no te vas a la cafetería y te tomas algo?-preguntó Jeff.-Nosotros nos encargamos.

-Si, creo que va a ser lo mejor.-le conteste mientras tiraba la pelota a la mesa y me levantaba.-¿Queréis algo?

-Un café, por favor.-me contestó Mutt con alegría.

-Y un zumo de naranja.-dijo rápidamente Jeff, lo que ocasionó que Mutt le mirara con una ceja levantada.-¿Qué? No me apetece cafeína.

-Nada nada.-le contestó Mutt levantando las manos.

-Ahora vuelvo chicos.-les dije para evitar reírme.

-No te preocupes, tómate el tiempo que quieras.-gritaron a mis espaldas cuando estaba por salir. No les conteste y cerré la puerta tras de mí con cuidado para que no me escuchara la señora Venable.

Alce mi vista con cuidado para no caerme por las escaleras, cuando unos tacones negros aparecieron en mi vista. Una mujer pelirroja, vestida completamente de negro, se encontraba subiendo por las escaleras. Me miró por unos segundos, al darme cuenta de eso, retiré la mirada rápidamente.

-Perdone.-dijeron a mis espaldas. Me gire y de nuevo era la mujer pelirroja.-¿Sabe dónde se encuentra el despacho de la señora Venable?-la miré confundida. ¿Nadie le había indicado dónde estaba? Mire de reojo la recepción, Alexia se encontraba trabajando como si no tuviera noticias de haber visto a tal misteriosa mujer.

-Ehh si, perdona.-le contesté volviendo a mirarla.-Subiendo las escaleras, a mano izquierda. Se encontrará con un pasillo blanco, siga adelante y ahí le encontrará.

-Gracias.-me dijo con una sonrisa mientras me miraba de arriba a abajo. La miré de nuevo, se me hacía bastante conocida.

-Perdone. ¿Le conozco de algo?-le pregunté confundida.

-No lo creo señorita.-hizo una pausa para que le diera mi apellido.

-Vega.-alcé mi mano.-Emma Vega.

-Señorita Vega.-dijo despacio.-Encantada, soy Myrtle Snow.-alzó también su mano para que le apretara la mano a modo de saludo.

-Igualmente.-le conteste con una sonrisa.-Bueno, le dejo que vaya con la señora Venable. Espero que mis indicaciones le hayan servido.

-No se preocupe, seguro que le encuentro.-me dijo mientras me guiñaba un ojo.-Hasta la próxima señorita Vega.-no dijo nada más y siguió subiendo las escaleras.

Esa mujer se me hacía bastante conocida y no podía negarlo. La he tenido que ver en algún lado.

-Alexia.-la llamé al llegar a la recepción.-¿Sabes quien es esa mujer que ha subido al despacho de la señora Venable?-le pregunté mientras me apoyaba en la mesa.

-¿Qué mujer?-preguntó extrañada mirando por todos lados.-¿Ha subido una mujer?-comenzó a alterarse.

-Si.-conteste confusa.-Pelirroja, vestido negro. Sabes que, déjalo. Me habré confundido.

PúrpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora