Capítulo XVI

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-¡¡Buenos días!! He traído café.-alcé mis manos para que vieran los vasos.

-No sabes lo mucho que te quiero.-Jeff se aproximó con una gran sonrisa.-Lo digo enserio.-susurró mientras se ponía una mano en la boca.-Hoy Mutt está demasiado estérico.-se acercó aún más a mi.-Se ve que lo han rechazado.

-¿Quien?-le pregunté preocupada al ver a Mutt mirando por la ventana, todavía no me había hablado.

-La chica de la cafetería.-bebió de su vaso.

-¿Laura?-susurré para que no nos oyera.

-No, una nueva. ¿No la has visto?-preguntó confundido.

-No, me ha atendido Laura como siempre, por cierto me ha contado que Axel ha intentado quedar con ella.-le dije al recordar como Laura se reía mientras me contaba esa penosa historia.

-Como siempre Axel haciendo de las suyas.-alzó sus hombros.-Otro rechazado.

-No me ha rechazado.-una tercera voz sonó en la sala.-Solo me ha dicho que no tenía tiempo.-Mutt se dio la vuelta para mirarnos.

-Hay más peces en el mar.-me acerque hasta el.-Tranquilo.-coloque mi mano en su hombro.-Alguien aparecerá.

-O no.-susurró Jeff a mi lado después de unos segundos. Le di un codazo enseguida.-Es broma.-puso sus ojos en blanco.

-Tal vez tengas razón, Jeff.-musitó Mutt sin ganas mientras se sentaba en su silla.

-Idiota.-le susurre a Jeff.-Arregla esto.-le señale con un dedo.

-Vale vale.-alzó sus manos en señal de rendición.-¡Mutt!-le gritó tomándome desprevenida.-Arregla esa cara.-se acercó hasta el.-Hoy tu y yo nos vamos de fiesta.-le dio un golpe en la espalda.-Venga, anímate. Hoy conocerás a alguien seguro.

-Es miércoles, tío.-le dijo mientras se reía, por lo menos había conseguido animarle.

-Como dijo alguien alguna vez.-se quedó pensativo por un momento.-Nunca importa el día en el que estás, si ese día sales de fiesta.

-Eso te lo acabas de inventar.-me reí mientras me sentaba cerca de ellos.

-Alguien lo ha tenido que decir seguro.-Jeff sonó bastante convencido.

-Esta bien.-dijo al final Mutt con una pequeña sonrisa.

-Bien.-Jeff comenzó a aplaudir.-Otra cosa.-me miró enseguida.-¿Qué cosa que has llegado tan tarde?

-¿Os traigo café y así es como me lo pagáis?-intenté hacerme la ofendida.

-Y te lo agradecemos.-dijo Mutt mientras cogía su café de mi mano.-Pero no sueles llegar tarde.

-No he llegado tarde.-les dije al ver que estaban demasiado expectantes.-He tenido que ir antes al despacho de la señora Venable para darle unos papeles.

-¿Te ha dicho si iba a venir pronto?-preguntó Jeff asustado.-Recuerda que hoy toca volver a probar el traje.

-Agg, lo había olvidado.-le dije resignada apoyándome en el respaldo de la silla. Lo último que quería hacer ahora era salir a correr.-No creo que venga pronto, tenía una reunión con los "integrantes".-hice comillas con mis dedos.

-¿Otra vez?-preguntó Mutt cansado.-Son demasiado exigentes. ¿Qué querrán ahora? ¿Un avión en miniatura?

-Se supone que no vendrían hasta dentro de un mes.-se quejó Jeff.

-¿Son los de la reunión del otro día?-pregunte confundida, seguía sin saber quienes eran.

-Nuestra querida cooperativa.-me contestó Mutt con ironía.

-Es una organización muy importante y con demasiado dinero.-siguió Jeff al ver mi cara de confusión.

-Son insoportables.-susurró Mutt con miedo a ser escuchado.-Pueden estar por todas partes.

-Anda cállate.-Jeff le dio otro golpe en la espalda.-Deja de pensar en eso y piensa mejor en lo que te vas a poner esta noche.

-¿No voy ya bien?-preguntó mientras se levantaba y hacía un pequeño pase de modelo. Me reí enseguida.

-Amigo mío, te hace falta un traje o algo más elegante.-le contestó Jeff riendo también.

-Creo que tengo algo.-Mutt se quedó pensativo. Iba a seguir hablando cuando unas voces nos impidieron hacerlo.

-Debe de esperar a la señora Venable.-el grito de Alexia resonó por toda la sala.

-Solo serán unos segundos.-contestó una voz masculina.

-El paso está totalmente restringido.-Alexia volvió a gritar.

-Me importa una mierda, voy a entrar. Si se impone, entraré pisando su cadáver.-otra vez la voz masculina volvió a aparecer. Esta vez no hubo ninguna contestación por parte de Alexia.

-Alguien no está de buen humor.-susurró Jeff cerca.

-Cállate.-le ordenó Mutt.-Es el señor Langdon.

-¿Quién es el señor Langdon?-pregunte confundida.

-Ese voy a ser yo, señorita.-un chico rubio, más o menos de mi edad, apareció en la sala.-Michael Langdom.-alzó su mano mientras se acercaba hasta mí, me levanté enseguida de la silla para poder saludarlo.

-Emma Vega.-nuestras manos se estrecharon.-Encantada.

-Un placer.-dijo con una sonrisa.-¿A si que usted es la nueva?

-En efecto, señor Langdon.-le contesté separando nuestras manos.

-Me alegra haberla conocido al final.-¿su sonrisa nunca desaparecía?-Necesito su ayuda.-dijo después de unos segundos sin apartar su mirada de mi.

-¿E_en que, señor Langdon?-Jeff sonó bastante nervioso.

-Necesito un androide, lo más parecido a esta persona.-me entregó una foto, en ella.

-E_es.-no me salían las palabras.

-La ayudante de la señora Venable en su universidad.-término el señor Langdon por mi.-Le encantaba ese puesto. A pesar de tener el suficiente dinero como para vivir sin trabajar, ella nunca quiso dejarlo. Era mi madre adoptiva.-terminó de decir.-Murió hace una semana por un cáncer terminal.

-Lo siento mucho, no lo sabia.-me disculpe enseguida.

-No se disculpe.-dio un paso hacia mi.-Solo necesito que sea igual a ella, que tenga sus mismos conocimientos y pensamientos.

-Lo será, señor Langdon.-dijo Jeff nervioso.

-En esta libreta tienen todo lo necesario.-me alzó una libreta negra y desgastada.-Gracias. Va a ser mejor que me vaya ya, al parecer no se me permite estar aquí.-susurró esto último para que solo yo lo oyera.

-No se preocupe, está en buenas manos.-agarré con fuerza la libreta.

-Hasta otro día.-se despidió mientras se acercaba a la puerta y salía por esta.

-Uff.-Mutt y Jeff expulsaron todo el aire contenido.

-Eso ha sido extraño.-dijo Jeff después de componerse.

-Si, demasiado.-Mutt se sentó en su silla con los ojos cerrados.

-¿Por qué?-les pregunté confundida.

-Nunca en la vida lo hemos visto tan amable, nunca.-me contestó Jeff con los ojos bien abiertos.

-Siempre anda gritando y exigiendo.-le siguió Mutt, el cual se encontraba apretando una pelota antiestrés.-Le has caído bien, Emma Vega.

-Y eso no pasa todo los días.-Jeff me dio un apretón en el hombro derecho.

No tenía ni idea de quién era Michael Langdon, pero se le veía bastante amable y respetuoso. Tal vez había cambiado, no creo que fuera tan malo como lo pintaban los chicos. O igual, hoy, tan solo se había levantado del lado correcto de la cama.

Aunque pensando en el último comentario que tuvo con Alexia, igual tenían razón y tan solo yo había logrado caerle bien.



PúrpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora