Capítulo XXII

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Hace dos días que estoy en casa. Los médicos me soltaron al tercer día diciendo que necesitaban la camilla para pacientes más enfermos. No me negué, necesitaba salir de esas cuatro paredes blancas. Aunque echaré de menos a la médica Goode, durante esos tres días se había convertido en un pilar muy grande en mi recuperación. Me recordó a mi tía, tienen la misma alma por así decirlo. Hablando de mi tía, viene mañana o eso me dijo anoche.

Todo me resulta extraño, como si necesitara o me faltara algo. Según Peter y Susan es normal que me sienta así. El accidente fue nefasto y tuve mucha suerte al salir viva de ahí. Lo malo es que sigo sin acordarme de algo de eso, es como si una gran nube gris viajara por todo mi cerebro, impidiéndome ver escenas no tan antiguas de un pasado no tan pasado.

Sé que me perdí la graduación y es lo que más me molesta. Bueno, no me la perdí como tal, pero sigo sin recordarla. Según Susan; la graduación no fue nada del otro mundo. Aun así me gustaría recordarla.

Todos estos días me despierto en la mañana y lo primero que hago es pensar que ese día es la graduación y que de algún modo voy a llegar tarde. Como esta mañana, que me he levantado gritando porque pensaba que no iba a llegar.

Peter se llevó a Cuervo a su casa, cosa que a su madre le encantó. Me veía incapaz de cuidarlo. Si no me acuerdo ni en qué día vivo, ¿cómo me voy a acordar de que tengo un gato? Y uno muy mono, por cierto.

Sé que tengo un trabajo en una empresa de biotecnología o por lo menos es lo que me han dicho estos. Les agradecí que llamaran por mi cuenta y que le pusieran al tanto al jefe o jefa. Me dieron un tiempo indefinido, según ellos, hasta que recordara todo. Difícil, si aún no se ni que día es hoy.

Ahora mismo, estoy debatiendo porque me compraría una chaqueta púrpura. No es que no me guste, pero se ve demasiado cara como para poder pagarla. Estaba tirada en el suelo, escondida tras un par de mantas. "¿Cómo puedo haberme comprado esto? ¿Habrá sido un regalo de Susan?"

Algo me pone en alarma. ¿Qué es ese sonido? Rápidamente saco el artefacto de mi bolsillo posterior del pantalón. "¿Hasta he cambiado el tono de llamada? Increíble".

Antes nombro a Susan, antes me llama. Ahogo una risa antes de contestar.

-Vaya, vaya.-emito un saludo.-Susan levantada a las diez de la mañana. ¿Quién lo diría?

-Emma.-quito la sonrisa en cuanto oigo su voz.

-¿Qué pasa? ¿Estás bien?-pregunto preocupada.

-Pon las noticias, ahora.-grita eufórica.-¿Las estás viendo?-casi no escucho su pregunta por culpa de unos fuertes ruidos.

-No, aún no.-camino hasta el televisor.-¿Todavía sigues de fiesta? Me parece una falta de respeto que no me hayas invi...

-Tu enciende la maldita tele.-ordena.

-Vale, vale.-aprieto el play.-¿Que canal pongo?-pregunto antes de que se encienda por completo.

-Eso da igual, está en todos.

-¿Vale? Espera, es viejo y todavía no se enciende.

-Vale.-la escucho hiperventilar.

-Oye, ¿segura que esta...-me callo al ver las imágenes que me proporciona el televisor.-¿Qué demonios es esto? ¿Están rodando alguna película o...

-No, Emma.-vuelve a respirar con rapidez.-Está pasando.

-¿Qué está pasando?-le pregunto sin poder creer las noticias.

"Numerosas bombas nucleares bombardean en unas horas en numerosos lugares del planeta". "¿Qué clase de titular es ese?"

-El maldito fin del mundo.-sentencia logrando que mi piel se erice.

PúrpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora