Capítulo XIX

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-Hola, hola.-salude nada más entrar al trabajo.

-Buenos días.-saludó con alegría Mutt mientras andaba hacia la sala del traje.

-¿Y esa energía?-le pregunté a Jeff dejando todas mis cosas en la mesa.

-Ha conocido a alguien.-susurró como si fuera un secreto.-Pero esa no es la pregunta, ¿Qué te pasa a ti? Estás más radiante que nunca.-trague en seco al oír eso.

-He dormido bien.-mentira no era.

-Oye Emma.-Mutt apareció corriendo hacia nosotros.-Ayer te vi subiendo al coche de Venable. ¿Está todo bien? ¿Te tuvo que llevar al hospital por el golpe o algo?

-Todo bien y respecto al golpe, tan solo tengo un pequeño hematoma.

-¿Pero duele?-preguntó Jeff preocupado.

-Para nada, como si no estuviera.

-Nos alegramos entonces.-Mutt se deja caer de golpe en su silla.-Es mujer siempre ha sido difícil.

-Si, sus ideas no son muy buenas que digamos.-dice Jeff sentándose también en su silla.

-Bueno, ¿Qué tenemos para hoy?

-Yo tengo que arreglar unas cosas del traje.-me contestó Mutt con las manos ya en la masa.

-Y nosotros dos, amiga mía.-Jeff se levanta de un salto.-Nos tenemos que ir de viaje.

-¿De viaje?-le pregunto siguiéndole el paso.

-Si, es un secreto.-vuelve a susurrar logrando sacarme una sonrisa.-¡Prometemos llegar antes del almuerzo, Mutt!-gritó antes de salir de la sala.

-¡Os estaré esperando!

-Veras, necesitamos crear un alimento que tenga todos los componentes esenciales para la vida, ¿no?

-Si, eso es.-le contesté confundida.-Creía que íbamos bien con ese proyecto.

-Si, pero he estado pensando que le podríamos dar algún sabor para que no sea tan insípido.

-Eso es una gran idea, Jeff.

-Lo sé.-hizo un movimiento de pelo logrando una pequeña risa por mi parte.-Así que vamos a buscar el sabor que más gusta a la gente.

-Y por eso vamos a...

-¡La cafetería!-gritó con los brazos en alto justo al entrar. Todos nos miraron con demasiada desconfianza.

-Es un buen lugar, la verdad.-dije en voz alta para mi misma.

-Si. Además, tengo hambre.

-Buenos días.-saludó Zoe.-¿Qué os puedo servir?

-A mi un zumo de naranja, por favor.-le contestó Jeff.-¿Y tú?

Giré mi cabeza para poder ver a Zoe y decirle lo que quería pero algo me lo impidió. Mi mente se quedó en blanco, como si no quisiera funcionar. Esos ojos los había visto en algún lugar.

-¿Un té rojo?-preguntó sacándome de mis pensamientos. ¿Cómo sabía que me gustaba?

-Si, por favor.-le contesté entrecerrando los ojos. Estaba por preguntarle acerca de cómo lo sabía, pero al parecer tenía demasiada prisa porque desapareció en segundos.

-Vaya, te tienen fichada.-un pequeño codazo por parte de Jeff volvió a acercarme a la realidad.

-Eso será.-le dije no muy convencida.

-Bien, chicos. Aquí tenéis. ¿Alguna cosa más?

-No, gracias.-dijimos a la vez.

-¿Podríamos hacerte un par de preguntas, por favor?-la cara de Zoe cambió por completo.

PúrpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora