Fight

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Omnisciente


Sebastián miraba a Sofía fijamente, ella estaba sentada en el sillón, prestando "atención" a la película que estaban viendo. Aunque parecía estar tranquila, algo le pasaba. Cuando el había llegado de su trabajo, había notado a leguas que estaba irritada. Entendía que era por su embarazo y no la culpaba, pero, quería saber exactamente que le pasaba, le angustiaba verla así y no poder hacer nada.

—Sofi...— llamó su atención.

—¿Mhm?— respondió sin dejar de ver la pantalla.

—¿Qué tienes?— preguntó temeroso.

—Nada.— respondió cortante.

Sebastián suspiró y se acercó a ella.

—¿No me vas a decir?—

—No te voy a decir nada porque no tengo nada.— sw encogió de hombros.

—Sofía, te conozco mejor que a mi, ¿Qué tienes?— insistió.

—No tengo nada, Sebastián. No insistas.— ahora si se notaba irritada.

—Te ves irritada y cansada, ¿Qué tienes? ¿O te duele algo? O...—

—¡No tengo nada!— gritó exaltada y se levantó, para subir las escaleras y encerrarse en su habitación.

El rumano suspiró con cansancio y se levantó, dispuesto a hablar con ella.

—Sofía, ábreme...— tocó su puerta al notar que tenía seguro.

—¡No quiero hablar contigo!— gritó de nuevo.

—Sofía, por favor...— gimió frustrado.

—¡Déjame sola, joder!—

—Maldita sea, Sofía... ¡Solo trato de ayudarte! ¡¿Por qué te comportas así?! — ahora Sebastián gritó molesto.

—¡¿No lo entiendes?! ¡No quiero ni tengo que hablar contigo!—

—¡¿Quieres que te deje sola, entonces?! ¡Eso haré!—

Sebastián peinó su cabello hacia atrás con frustración. Estaba dispuesto a tomar sus llaves y salir de casa un rato, hasta que las cosas se calmaran. Pero, al escuchar un pequeño sollozo se detuvo inmediatamente.

—¿Sofía...?— se acercó a la puerta nuevamente.

Volvió a sollozar.

—Sofi, ábreme por favor.— la angustia comenzó a invadirlo. Se temía lo peor.

Ahora sus sollozos se hicieron más fuertes.

—¡¿Sofía?!— tomo el picaporte de la puerta para abrirla apresuradamente pero fue inútil, tenía seguro.

Rápidamente bajó las escaleras y busco las llaves en uno de los muchos cajones de la cocina. Subió de nuevo y con manos temblorosas abrió la puerta.

Al abrirla completamente, la encontró a ella sentada en el piso, con sus manos cubriendo su rostro mientras sollozaba. El suspiró aliviado y sonrió dulcemente.

Se acercó a ella y se sentó a su lado. Rodeó sus hombros con su brazo, haciendo que ella recargara su cabeza en su hombro, lo hizo y el así beso su cabello suavemente.

—¿Qué tienes?— susurró suavemente.

Ella aún cubría su rostro con sus manos. Negó frenéticamente. El  gimió frustrado.

—Mi amor, tienes que decirme. ¿Qué tienes? Dime, por favor. Necesito saber, para poder ayudarte.—

Ella se alejó de él y con el dorso de su mano, limpio una lagrima que bajaba por su mejilla.

El le sonrió levemente y acarició su cabello.
Sofía se veía decaída y cansada.

—¿Tuviste un mal día, muñeca?— acarició su mejilla, con su pulgar limpiando una lágrima.

Ella asintió mientras contraía su rostro, anunciando un sollozo.

—Oh, Sofía...— el rió levemente y la volvió a acercar a el, mientras volvía a besar su cabello.

Su mano viajó a su brazo y comenzó a darle caricias, consolándola.

—¿Qué pasó?— susurró suavemente.

—E-Estuve vomitando t-todo el día en el t-trabajo, me dolían las piernas, la c-cabeza...— sollozó.

El sonrió mientras seguía con las caricias en su brazo.

—P-Perdón, en serio lo siento, n-no quería gritar, y n-no... P-Perdón, lo siento...—

—Shhhh...— se alejó de ella y acunó su rostro con sus manos. Escondió un mechón detrás de su oreja.

—No tienes porque disculparte, preciosa. Yo jamás entenderé lo que sientes por esto...— señaló el vientre abultado. —No te preocupes por eso, está bien...— sonrió.

Ella asintió lentamente.

—Pero, cuando sea así, quiero que me digas como te sientes, que te duele o que piensas. Si te duele una uña, dímelo ¿Si?— sonrió ampliamente. Ella sonrió levemente y asintió, sorbiendo su nariz.

—Gracias...— ella sonrió.

—No me agradezcas. Para eso estoy.— le guiñó un ojo.

—Te amo mucho.— ella susurró.

—Y yo los amo a ustedes todos...— señaló su vientre con la mirada y la miró nuevamente.






Todo es tan cursi que quiero llorar AAAAAH 🥺

-Mrs. Barnes <3

You & I - Sofia & SebastianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora