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❈─────•MY LITTLE GIRL•─────❈
Omnisciente
El señor Stan tomó la taza que descansaba en el escritorio de su hijo, leyendo con unas letras algo mal hechas en color morado "Te amo papá" en rumano.
—¿Te la hizo Isabella?— preguntó sonriente aunque ya sabía la respuesta.
Sebastián dejó de prestarle atención a su computador y miró la taza entre las manos de su padre. Esta aparte de las letras en morado, tenía pequeñas florecitas y corazones que la misma pequeña Isabella había elaborado.
—Si...— soltó una risita. —Tuve que fingir que fue una sorpresa, yo compré la taza y ella la pintó en su clase.— elevó las cejas con ironía, su padre rió con el.
—¿Como le va en la escuela? ¿Cómo está Sofía?— el señor Stan preguntó con interés dejando la taza donde estaba.
—Sus maestras me han dicho que habla mucho, pero que es una niña muy inteligente.— afirmó con orgullo y tomó la taza entre sus manos. —Sofía aún sigue con su estudio de arte.—
—Te sacaste la lotería con ellas dos ¿Sabías?— su padre elevó una ceja con diversión.
—Lo supe desde que Sofía me mostró la prueba de embarazo positiva.— afirmó con orgullo, sacándole una pequeña risa al señor frente a él.
—Señor Stan, tiene una llamada entrante en la línea.— la voz de su asistente sonó a través de su teléfono que descansaba en su escritorio.
—Gracias, Kath.— agradeció y tomó dicho teléfono. —¿Hola?—
—¿Habla el señor Stan, padre de Isabella?— una voz femenina sonó a través de la línea.
Sebastián frunció el ceño y se enderezó en su silla, su padre lo miró con curiosidad al verlo tan serio de repente.
—Ah, si soy yo. ¿Le pasó algo a mi hija?—
—Isabella comenzó a sentirse mal durante la mañana y quiere que venga por ella.— la mujer afirmó.
—Gracias, voy para allá.— afirmó y colgó con rapidez.
—¿Le pasa algo a mi nieta?— el señor Stan se levantó con rapidez al igual que el que tomaba las llaves de su auto.
—Me dijeron que se siente mal. ¿Puedes quedarte a checar esos papeles?— Stan trató de no sonar muy preocupado, aunque le fue imposible, estamos hablando de su pequeña.
