I forgive you

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Omnisciente

—¿Crees que sea buena idea ir?— Sofía mordió su labio con nerviosismo.

Ambos se encontraban mirándose al espejo y él la ayudaba a peinar su cabello. Sonrió ya que ella estaba nerviosa y no la culpaba, irían a la casa de Lilian, donde se conocieron y, bueno, Sofía aún estaba con Nate en ese entonces. No sabía si se encontraría con el.

—No podemos escondernos toda la vida, en algún momento tendremos que verlo de nuevo ¿No crees?— él suspiró mientras peinaba su cabello.

—¡Mami! ¡¿Donde está mi moño morado?!— Isabella gritó desde la otra habitación.

—¡En un momento voy!— Sofía respondió al mismo tiempo que se levantaba y acomodaba los cabellos que caían en su rostro. —¿E Isabella? Me preocupa que vaya a pasar si él llega a estar ahí...— miró preocupada a Sebastián.

—Creo que estas exagerando un poco. Ya sabes que si él te acerca a ti o a Isabella, no saldrá vivo.— él sonrió dulcemente y acarició sus mejillas con ambas manos.

Sofía elevó una ceja, dejando en claro que su comentario no le causó gracia.

—Está bien, está bien.— el rumano soltó una risita. —No pasará absolutamente nada. Además, es muy poco probable que vaya.— acarició su cabello.

—¡Mamá!— Isabella volvió a gritar. Sofía bufo cansada.

—¡Ahí voy, Isa...!— gritó de vuelta y el rió.

(...)

—Vomitaré.— Sofía miró a lo lejos el gran jardín de la casa de la madre de Nate, que estaba lleno de gente.

—Tranquila.— el rumano susurró y besó su mejilla, para después cargar a la pequeña Isabella en sus brazos.

Los tres caminaron hacia el jardín y no muy lejos de ahí, se encontraba Josie riendo con alguien más. Sebastián sonrió y le susurró a la pequeña Isabella...

—Mira quien está ahí, amor...— señaló en la dirección de Josie. Isabella abrió los ojos y sonrió ampliamente.

El rumano la bajo de sus brazos y la miró corriendo hacia su tía, quien al verla igualmente sonrió ampliamente.

—¡Tía Joss!—

—¡Bella!—

Isabella saltó a sus brazos y Josie la abrazó fuertemente. Sobre su hombro, pudo divisar a Sofía y a Sebastián caminando hacia ella sonrientes.

—Pero miren quien llegó, el par de tórtolos...— movió sus cejas haciéndolos reír a ambos.

—¿Como estas, Josie?— Sofía besó su mejilla y la miró sonriente.

—Cada vez más encantada con la mini Sofía.— comentó sonriente, refiriéndose a Isabella que seguía en sus brazos.

Dímelo a mi.— Sebastián elevó las cejas.

Josie se acercó a él y besó su mejilla, saludándolo.

—¿Como estas, idiota?— la castaña lo miró con una sonrisa divertida.

You & I - Sofia & SebastianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora