Creepyland II (TERMINADO)

Celebración descontrolada

Narradora

Al día siguiente todos se sentían más ligeros aunque aún tenían algo resentidos sus músculos, no se detuvieron a hacer algunas tareas en la mansión, obviamente teniendo cuidado de no lastimarse. Esa misma mañana Alice pudo ponerse en pie con ayuda de Masky y bajar a desayunar junto con los demás, quienes la recibieron con los brazos abiertos al verla entrar al comedor, algunas de las chicas no tardaron en acercarse y comenzar a hablarles a los bebés, quienes al escuchar las voces de su próxima familia empezaron a patear, provocando un poco de dolor de parte de su madre, todas se disculparon y la dejaron comer su desayuno con tranquilidad.

-Pinkie... ¿Qué es eso?- preguntó Jane señalando a un molde de aluminio.

-Es un Pie de Chocolate, lo hice porque estaba feliz de que todos estamos bien y de que podremos tener más momentos felices-

-Se ve increíble Pinkie- alabó Alice comiendo de su avena con un platito con frutas al lado.

-Siento que lo eh visto en alguna parte...- dijo Nina.

-¡Ya se! En aquella película sobre el racismo en los años 60- exclamó Zero.

-¿En la que al pie le ponen...?- la boca de Jane fue tapada por la mano de Pinkie, quien la miró seria.

-No lo digas aquí, estamos comiendo, además eso solo es parte de la historia, este está bien-

-¿Le ponen que?- pregunta Jonathan curioso por la reacción de la peli-rosa.

-Después te digo- le respondió Zero mientras le daba un mordisco a su tostada.

-Oigan...- todos miraron a Dina –Yo... em... Hellen y yo queríamos decirles algo...-ambos se miraron y sonrieron, algo que no es muy común ver en Hellen, claro, a menos que se trate de su pareja.

-¿Qué pasa cariño?- preguntó Alice sobando su pancita.

-Nosotros... eh...-

-Yo le pedí matrimonio. Sé que viviremos juntos siempre pero... sentimos que no nos basta con ser solo novios, queremos ser más que eso- las miradas de sorpresa de todos en la mesa no se hicieron esperar.

Desde que lo conocían lo habían catalogado como un chico serio, que no le gustaba las bromas, solitario y con una mentalidad perdida, pero cuando la rubia llegó a sus vidas notaron un cambio bastante grande en él, era más comunicativo y abierto, empezó a sonreír un poco más seguido y se tomaba su vida con más libertad.

-¿Ustedes... hablan enserio?- preguntó Masky sin esconder su sorpresa. Ambos asintieron mientras que a Dina se le notaba el sonrojo en sus mejillas –Nunca pensé que te escucharía decir esas palabras Hellen-

-Supongo que nadie se lo esperaba- respondió Hoodie sonriéndole a la pareja –Pero los felicito chicos, espero que cumplan con la promesa de quererse para siempre, enserio, porque ni la muerte los va a separar ahora- todos rieron ante las palabras del castaño.