-¿Por qué...?-
-Solo fue para protegerlo-
-No quería hacerte daño...-
-Pero lo hiciste...-
-Acabaremos con esto...-
-¿Cómo?-
-La clave está en ese recipiente y si lo destruimos entonces ellos caerán-
-Sally...- Marilyn tocó la puerta blanca con flores de la pequeña castaña –Te traje galletas Sally, son... galletas dulces... y... leche de fresa- al no recibir ninguna respuesta suspiró antes de tomar el pomo y abrir la puerta, revelando el cuarto rosa claro de Sally, aunque ahora estaba algo oscuro por las cortinas cerradas –Sally tienes que comer corazón, no puedes quedarte así- cerró la puerta detrás de ella y caminó hasta la cama.
Esperó otra respuesta que nunca llegó.
Mas días pasaron, días en que su castigo aumentó desde que Lauren la culpó de haberse robado una de sus pulseras de abalorios, aun cuando saben que Sally no controla bien la tele transportación como Ben o no es una ladrona la castigaron sin salir por 3 semanas, podía salir a la sala o a la cocina pero la verdad es que se sentía tan triste y tan molesta a la vez que no quería ni salir del cuarto, pasando una semana entera que solo quienes confiaban en ella le llevaban comida y lavaban su ropa para que tuviera con que vestirse.
-Peque...- la llamó la castaña, esta vez Sally se movió, se dio la vuelta y miró a Marilyn con ojos cansados, las ojeras estaban bajo sus ojitos verdes los cuales habían perdido brillo y vida, su piel blanca ahora la notaba más pálida de lo normal y cada vez su espíritu alegre estaba más apagado.
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-No tengo hambre Marilyn- dijo lento, casi susurrando.
-Tienes que comer Sally, aunque sea estas galletas ahora en la mañana y en la tarde te traeré un sándwich de jamón y queso si quieres- acarició su cabecita con cariño.
La pequeña suspiró y tomó una galleta y la metió en su boca, dándole un pequeño mordisco que masticó lentamente.
-Pinkie, Dina y yo las hicimos, espero que te gusten- sonrió un poco antes de dejarse caer en la cama de Sally –Dios... no recuerdo alguna vez que tuviéramos una discusión así de grande entre todos- dijo soltando un suspiro.
-Si lo hubo... mucha antes de que llegaras... la diferencia es que en ese momento era que las chicas estaban hartas de hacer todos los labores de la casa y que los chicos no hacían nada, algunos limpiaban su cuartos, era algo, pero los otros dejaban todo sucio y nos hacían limpiarlo mientras ellos estaban jugando- metió el ultimo pedacito de galleta en su boca –Fue después de eso que decidieron cambiar las reglas, todos ayudarían, cada uno se haría cargo de su cuarto... y no nos mataríamos entre nosotros...- pocas veces Sally hablaba como si fuera una adulta gracias a su mentalidad pero si estuviera viva tal vez tendría la edad de Alice o un poco más.
-¿Fue en ese momento? Pensé que se estableció antes esa ley-
-La verdad... aun no estábamos acostumbrados a convivir todos juntos así que era más difícil de llevar-
-¿Alguien murió ese día?- preguntó recordando sus anteriores palabras.
-Sí y alguien fue desterrado de la mansión- tomó un sorbo de leche –Quien murió fue Tails Doll y a quien desterraron fue a Clockwork-
