Creepyland II (TERMINADO)

Observada

Narradora

Una sonrisa maliciosa se dibujó en su rostro mientras miraba a su hermano el cual al notar el peso de la mirada de la castaña la miró preguntándole con la mirada el motivo de que lo observara tan detenidamente.

-Hermanito, sabes que te quiero mucho ¿no?- preguntó acercándose a él.

-¿Qué quieres?-

-¡Oh vamos! ¿Ya no puedo decirte que te quiero?- hiso puchero fingido y se sentó a su lado en el descansabrazos del pequeño sillón.

-Sé que cuando me dices que me quiere es porque quieres algo- respondió levantándose del sillón.

-Bueno si, ocupo que me hagas un favor- miró su mano como si fuera lo más interesante.

-¿Y ese favor es?-

Ella solo se levantó y caminó hacia él –Necesito que traigas a la pequeña recién llegada-

-¡¿Qué?! ¡¿Está loca?! ¡Si me meto ahí Lucifer me matará!- exclamó ante lo escuchado.

-Que exagerado, no te pasará nada, es solo traer esa pequeña alma y ya. Además es lo que necesito para poder empezar con lo que tenía planeado-

El mayor suspiró, él encontraba la idea de su hermana como algo que no tendrá resultado.

-Está bien, pero si él descubre que no está entonces te delataré- advirtió poniendo su chaqueta sobre su cuerpo.

-¿Pero porque? No estamos haciendo nada malo-

-Claro que sí, estas violando las reglas que se impuso en este mundo y en el otro, eso está mal Mery- al decir estas palabras él salió del cuarto.

La castaña solo hiso un sonido de fastidio y volteó a ver su teléfono, volviendo a sonreír con malicia.

-¿Qué es más fácil de manipular por su mente débil? Un niño y ya sé a quién haré sufrir con nuestra pequeña... alma en desgracia- soltó una risilla viendo la foto de la castaña ojiverde.

En otro lado

Mientras Alice, Masky, Arysu, Jane, Ben y Marilyn entrenaban con sus respectivas armas y también con diferentes posiciones y movimientos de ataque, Toby, Miguel Ángel, Sally y Hoodie hablaban entre ellos o solo miraban a los otros entrenar, cuando lo hacen, lo que acostumbran hacer las chicas es ponerse un pantalón para mayor comodidad y también porque... al menos algunos chicos... son algo pervertidos y aunque usen short por debajo de sus faldas, aprovechan cuando tienen que subir a los árboles, cuando saltan o cuando tienen que dar patadas, así que prefieren usar pantalones para evitar miradas indecentes sobre ellas.

-Es bueno ver Marilyn está más... calmada- dijo Migue mirando a su hermana lanzar su daga hasta un árbol en donde había pintado un tiro al blanco.

-Es obvio, el salir de ese infierno como recibir un regalo no esperado- miraron a Hoodie por la comparación tan extraña –Ya saben, es muy satisfactorio, sin mencionar que de seguro se siente más libre y sin peso sobre ella-

-Sí, lo bueno fue que Lucifer entendió su situación y la dejó quedarse aquí, ella ahora es libre de esos monstruos- continuó Migue.

-Ellos no la lastimarán nunca más ¿verdad?- preguntó Sally mirando a Toby, este le gustaba jugar con su largo cabello y trenzarlo en ocasiones, como aquella.

-Si pequeña, ella ahora estará solo con nosotros-

Jane intentó hacer un movimiento con el cuchillo pero este resbaló de sus dedos y cayó en el suelo entre unos árboles y arbustos cerca de ahí, esta suspiró y caminó hasta el arma, encontrándola clavada contra el suelo, tomó el mango y jaló hacia arriba pero este estaba tan clavado que no salió de la tierra, Jane bufó con fastidio y jaló de nuevo obteniendo el mismo resultado, lo intentó unas cuantas veces más hasta sentir que el filo empezaba a ceder pero una sensación la hiso parar y ver a su alrededor, sentía que la observaban, miró hacia atrás pensando que era el idiota de su pareja observándola desde lejos pero solo se encontró con los chicos entrenando y a los otros desde el porche conversando, estaba confundida, ni en las ventanas se veía nada y con el paso de los segundos una pequeña inquietud se hiso presente en su cuerpo, miró esta vez con más detalle el bosque, intentando ver algo, sin éxito alguno. Suspiró para intentar calmarse y se volvió a agachar para tomar su arma pero al ver el arbusto en frente de ella sintió como su alma se salía del cuerpo, un fuerte grito salió de sus labios mientras caía sobre su espalda mirando una luz azul brillante entre las hojas del arbusto, eso no estaba ahí cuando ella llegó.