Creepyland II (TERMINADO)

Nueva amistad

Narradora

Casi dos semanas habían pasado, dos semanas desde que se enteraron del embarazo de Alice, dos semanas en que todos se hacían casi el doble de las tareas de la mansión para no dejarle trabajo a ella, dos semanas desde que el nuevo había llegado a la mansión y fue encerrado en una de las habitaciones del tercer piso, dos semanas que Hoodie se preguntaba por qué lo había atacado así de la nada, sabía que había una explicación y también sabía que necesitaba una respuesta a esa pregunta que ha rondado todos esos días en su cabeza.

Miró atento a las escaleras, esperando al momento en que Pinkie bajara para poder subir, Slender les había dado órdenes claras de no entrar al cuarto en donde se encontraba el rubio como medida de seguridad, no quería un accidente como el que pasó con Hoodie, por lo que lo mantenían encerrado en esa habitación y solo entraba una persona a dejarle comida y después a retirar los platos sucios. Vio los pies de su amiga peli-rosa bajando y cuando se aseguró de que esta ya estaba en la planta baja con la bandeja en brazos, subió rápidamente y sin hacer ruido, se acercó a la puerta en donde había un letrero que decía NO ENTRAR, respiró hondo y tomó la perilla de la puerta, abrió suavemente la puerta y entró lentamente, la habitación no estaba pintada y no tenía decoraciones ni nada parecido, estaba tal y como se mantienen las habitaciones vacías de la mansión, vio el cuerpo del rubio mirando hacia la ventana, la cual tenía sus cortinas corridas dándole al cuarto bastante iluminación natural y notó unas cadenas largas que estaban amarradas a la cabecera de la cama y el otro extremo a sus muñecas con unas esposas.

-Ya dije que me portaré bien. No hace falta que me den más drogas- escuchó la voz del chico, esta no era tan grave como la de él pero se notaba la frialdad en ella.

-No eh venido a drogarte- el rubio se volteó y vio al castaño del otro lado de la habitación.

El chico sonrió sin sentir gracia alguna –Eres tú, pensé que no querrías verme después de lo que te hice-

-Precisamente por eso es que vine- se acercó a la cama –Quiero que me digas porque me atacaste-

-Estás loco si crees que te diré, no somos siquiera conocidos, no tengo que darte mis razones personales- Hoodie bufó sintiendo como su paciencia disminuía poco a poco.

-Pues no me importa si quiera un poco si no nos conocemos, quiero una respuesta ¡Ahora!- exclamó algo alto, agravando más su voz.

-¡No te diré nada!- ambos se miraron fijamente por unos segundos antes de que Jonathan suspirara y se relajara –Es mejor que te vayas, si te ven aquí te meterás en problemas-

Hoodie se sorprendió levemente por la tranquilidad que estaba transmitiendo el chico, no esperaba que le hablara de forma suave, realmente creía que era más impulsivo e inestable emocionalmente, seguro que estaba medicado con tranquilizantes. Suspiró y rascó su nuca, no quería llegar a eso, pero realmente no le dejaba opción.