Libro 5 de la saga Orgullo Blanco.
Este libro se estrenará el 8 de febrero de 2021.
No es necesario leer los libros anteriores, pero si quieres entender ciertas situaciones, recomiendo que lo hagas.
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[Capítulo 15]
{Dasher}
A veces era más fácil hacer como si nada hubiese pasado o estuviera pasando.
Lo comprobé una vez más esa misma noche cuando Bárbara volvió, se metió en la cama e hizo como si las cosas siguieran igual de bien entre nosotros. Actuó como si Abigail no hubiese llegado a nuestras vidas obligándonos a cuestionarnos infinidad de cosas y comenzó a acariciarme hasta que terminamos follando con más pasión de la que tuvimos antes, pero no era imbécil ni me haría; sabía que todo se debía a que ambos continuábamos calientes tras nuestro encuentro con la menor de los Pride White y eso ayudó a revivir nuestro fuego.
Irónico y estúpido.
Al siguiente día quise tocar el tema con Bárbara, pero ella se negó diciendo que no estaba preparada y como siempre la respeté; o a lo mejor solo acepté porque tampoco me sentía listo para que habláramos de ello.
Al llegar a la compañía tuve curiosidad por saber cómo actuaría Barbie al ver a Abigail tras lo que le hizo, sin embargo, opté por seguir el camino hacia mi oficina y me concentré en el trabajo que tenía pendiente. Aunque admito que pasé toda la mañana deseando que cierta chica tuviese que trabajar conmigo para planear alguna campaña publicitaria y no, no me refería a mi novia.
—¿Has acabado con esos planos o te falta mucho? —preguntó Lane al llegar a mi oficina.
Me encontraba en mi mesa de trabajo, trazando líneas y ángulos, dándole forma a un nuevo complejo que se construiría cerca de la playa.
—Calculo que en dos horas ya estará —avisé.
—¿Y no piensas comer algo? —inquirió y vi mi reloj.
Eran las dos y media de la tarde y ni siquiera sentí el tiempo, tampoco hambre hasta que él mencionó la palabra comer y mi estómago rugió en protesta.
—Creí que todavía era de mañana —expliqué y rio.
Se acercó a la mesa y evaluó lo que estaba haciendo.
—Abby está planeando una comida el viernes en la casa de playa de sus padres —dijo y alcé una ceja ante la mención de esa chica y el lugar que nos acogió cuando estábamos recién llegados a la ciudad.
La casa de playa de los Pride fue nuestro patio de entretenimiento por un buen tiempo.
—Quiere presentarnos a su novio de manera formal —soltó de pronto y eso ayudó a que se me quitara el hambre.
Bajé un poco más la lámpara que usaba en mi mesa y la acerqué al plano tratando de no darle importancia a lo que acababa de decirme.
