Abigail (Orgullo Blanco 5) +21

El regreso de ma beau cygne espiègle

[Capítulo 35]

{Abby}

Aiden estaba presente cuando llegué a la oficina especial que mis padres utilizaban para reunirse con su gente; tío Dylan, Connor, Evan y Caleb los acompañaban, estos dos últimos también eran parte de Grigori y amigos de papá y mamá; así que al ver el panorama intuí que la cosa sería más seria de lo que imaginé.

Todos me dieron un saludo cálido y me hicieron sentir bien porque me trataban como parte de Grigori y no como la chica que se metió a la fuerza o por capricho a la organización, e incluso Caleb, quien era el mejor amigo de mamá, confesó que ya se lo esperaba y de hecho, se lo advirtió a mi madre en un momento dado y ella lo ignoró.

—¿Pero qué carajos te pasó, papá? —exclamé en cuanto lo vi y negó.

No nos habíamos cruzado esa mañana cuando volvieron de Washington gracias a una misión que debían resolver, pero al verle el rostro lleno de cortes y cardenales intuí que no había sido tan fácil como lo aseguró antes de partir un día antes.

Al menos mamá tenía el rostro intacto y deseé que todo lo demás fuera así.

—Descubrió que no solo Isa es capaz de patearle el culo.

—¡Caleb! —advirtió mamá a su amigo y vi a mi padre mirarlo con ganas de asesinarlo.

Caleb se encogió de hombros restándole importancia y vi a los demás hombres conteniendo las ganas de reírse, a mi hermano sobre todo.

—¿Tú estás bien? —le dije a mamá y besé su mejilla, ella asintió en respuesta.

—Es menos grave de lo que se ve, amor. No te preocupes —aseguró, pero me era imposible al ver a mi padre tan lastimado.

Llegué a papá y lo abracé con cuidado, ya que me daba miedo lastimarlo más de lo que se veía, él soltó el aire que había estado reteniendo y me besó la mejilla.

—¿Papá, qué pasó? —insistí cuando me invitó a sentarme en el medio de él y mamá.

—Anoche me topé con una vieja enemiga y a Fabio le dio por defenderla —explicó y alcé las cejas ante la mención del doctor de Daemon.

Y el Señor con el cual experimenté algunas cosas. Aunque dejé eso de lado y me concentré en saber qué tenía que ver Fabio D'angelo con la misión que ejecutaron.

Y resultó más interesante de lo que esperé, ya que al parecer, el doctor D'angelo se enredó con una mujer que se manejaba bien en la política del país, una legisladora que era de las que no aceptaba un no por respuesta, ya que en cuanto Fabio trató de cortar todo lo que sea que tuvo con ella, la señora decidió que todavía no quería darle fin a nada y lo secuestró para demostrarle que las cosas no serían tan fácil.