Abigail (Orgullo Blanco 5) +21

Dulce acercamiento

[Capítulo 20]

{Abby}

Me puse en el medio de Andrea y Dasher mientras Barbie seguía pasmada por la propuesta de mi chico. Ya había hablado de eso con el francés y de hecho, fui yo quien le propuso estar con Bárbara si Dasher se negaba, pero jamás imaginé que fuera a lanzar tremenda oferta con tanto descaro y menos en la fiesta de Dom.

—Dasher, por favor —le dije y puse las manos en su abdomen, tratando de detenerlo cuando intentó irse sobre Andrea.

—¡Y una mierda, Abigail! —espetó y agradecí que usara su saco abierto, eso evitó que las personas a nuestro alrededor notaran dónde y cómo coloqué las manos— ¡Este hijo de puta tiene que aprender a respetar! ¡A respetarte! —escupió con ira.

—Porque te respeto te digo las cosas a ti y a tu prometida de frente —señaló Andrea y negué—. Y respeto a Abby, a ella por encima de todo —Dasher rio satírico.

Por supuesto que él no entendía cuanta verdad iba en las palabras de Andrea.

—Mírame, Dash —pedí usando su mote, me tomó de las muñecas y me miró a los ojos tratando de entender bien lo que sucedía—. Si tanto te molesta a ti y a Barbie nuestras propuestas, ten por seguro que no volverá a suceder, se los prometo —aseguré y busqué a Barbie.

Estaba atónita, viendo la escena entre Andrea, Dasher y yo.

—No solo me molestan, me parece inaudito que este imbécil te ofrezca cómo lo hace.

—Yo jamás...

—Andrea ha hecho esto solo contigo —interrumpí a mi chico y me dejó hablar—. Lo hizo porque sabe que te deseo y que tu novia me desea a mí —expliqué hablando bajo.

—¿¡Qué!? —exclamó Barbie y se acercó, Dasher se quedó sin palabras al escucharme decir lo que sentía de manera tan abierta.

Miró a Andrea buscando una reacción en él y lo que vio solo la confundió más.

—Sé que no comprenden nuestra relación, pero les aseguro que Andrea y yo no nos compartimos con nadie a excepción de una chica con la que estuvimos en el pasado —expliqué.

Me alejé de Dasher cuando lo vi un poco calmado, o mejor dicho, curioso de lo que me escuchó decir. Andrea puso su mano en mi cintura en el momento que mi espalda chocó con su pecho y los vi atentos.

—Tenemos una relación abierta —dijo Andrea—, swinger o cómo quieran llamarle. Ambos términos nos van, ya que cómo lo habrán comprobado, Abigail se divierte a su manera, pero yo sé cada uno de sus pasos así como ella conoce los míos. También estamos abiertos a compartir parejas —El ceño de Dasher seguía arrugado y Bárbara estaba pálida.

—El punto es que, Andrea no me ofrece, Dasher. Él no te habría propuesto nada sin antes estar seguro de que yo quería esto, ya sea contigo o con Barbie.