Capítulo 14

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"TOC.TOC.TOC"

Llaman a mi puerta, miro el despertador y son las 8 de la mañana. Estamos de vacaciones, a quién se le ocurre levantarme a estas horas. Doy permiso para que entre. Suena una vocecita en mi oreja i me da un beso en la frente. Traía los mismos zapatos que trajo antes de ayer, con un ramo de flores y con una caja de bombones me dice "buenos días princesa". Levanto la vista rápidamente, era Erik, me vino a vera mi cuarto, no tuve más que preguntar.

-Qué haces aquí a estas horas? Y ese ramo? Y esos bombones? Fué por esto que me dejaste ayer 'tirada'?

-No tuve más remedio que irme sín avisarte si quería que esto fuera un sorpresón para tí. Dime, te gustan? Son rosas chicle y amarillo vainilla como a ti te gustan. He traído unas cuantas rosas rojas porque ayer era san valentín.

- Hombre, sí que me gustan, son muy bonitas, pero como sabes que me gustan así? Mi madre no? Si es que siempre canta todo.

- Tranquila, se lo pedí yo, ella insistió en decirmelo porque era San Valentín si no dudo que me lo hubiera dicho. Te estarás preguntando porqué tardé tanto para estas 2 cosas no? Pues no sólo te he traído esto, hay algo más. (Mete la mano en su bolsillo y saca una carta y una caja envuelta con papel de regalo.) Toma, abre esto y la carta ya la leerás luego.

-Ooh Erik, no hacía falta, (Mientras le daba las grácias abrí ese paquete, dentro había una cajita con un hermoso colgante de oro.) Dios mío, este colgante es de oro verdadero, de verdad que no era necesario. Es precioso, no puedo aceptarlo, yo.. no sé que decirte. Cada día me dejas sin palabras y es que yo no he echo nada para merecerme todo esto. De verdad que no puedo aceptarlo. No sé como devolvertelo.

- Claro que lo mereces tontita mía, yo si te lo doy será por algo no crees? Yo te quiero mucho, y si ayer te dejé tirada fué precisamente para poder ir a buscar todos estos regalitos, y no espero nada a cambio, pero si que puedes devolvermelo. Simplemente entrégame tu corazón y haré buen uso de él, estando a tu lado no necesito ningún detalle más. Eres lo más importante que ha llegado a mi vida y que espero que no se vaya nunca Leila, te amo.

Sin palabras me quedé, se acercó a mi boca, pero como siempre hay alguien que interrumpe nuestros momentos. Rabiosa digo que quieren, con caricias en la pierna de Erik para que me calme. Suena una voz grave, con tono alegre y bajo para que abra la puerta. Niego sin pensarlo dos veces unos momentos, empujo a Erik dentro del armario y las flores y los bombones los dejé a la vista.

Ahora sí, doy el paso a que entre.

-Hola cariño, ya sé que no es buena hora pero tenemos que hablar, y vine a verte.

-Oh vaya David que haces tú por aquí a estas horas?

(Dichoso imbécil, qué hará aquí) suena  del armario un murmuro.

- Ui!, has oído eso? Parece venir del armario..

-Sí, es mi madre que me ha comprado un furby jejeje. (Me puse roja)

- Ahh. Pues me acercaba a verte. Pero veo que te molesta no?

- Qué tonto! Claro que no. Era ironía.

- Ah jajaja bueno, todo bien? Simplemente quería hablar contigo. Y quería que fuera entre tú y yo y sin que estuviera Olga por medio.

- Eh calmate si? Ella es solo una gran amiga que me ha echo un gran fabor.

- Lo sé, pero esto es entre tu y yo no crees? Los novios somos tu y yo, no Olga con nosotros. Pero en fin, vayamos al grano.

Temía a esas palabras, es raro, no me ha dado ningún beso hoy, desde que ha llegado está muy tenso, no sé que le pasa, decido darle el paso a que hable, mil de pensamientos raros se me pasan por la cabeza, si soy yo la que quiere cortar con él, por qué es él el que quiere hablar conmigo seriamente? Será que Olga no fué directa? Y si lo fué demasiado? No lo sé, tengo hasta las 3 para hablar con ellos. Luego he quedado con Olga para aclarar qué fué lo que hablaron.

- Verás, quería preguntarte algo. Leila, tú me quieres?

- Yo.. yo... no lo sé la verdad. No sé qué es lo que me está pasando, estoy confusa, necesito tiempo, un tiempo que estaría bien decidir que no tuviera segunda oportunidad de momento.

-Estas cortando conmigo? No me puedes estar haciendo esto. Tú no sabes lo mucho que te amo no?

- Lo sé, pero no es por tí, es por mí. Sí David, quiero cortar, te doy las gracias por estos días a tu lado. Grácias por todo lo que me has echo sentir, vivir y aprender en este tiempo.

Las lágrimas no tardan en salir de nuestros rostros, mis lágrimas se profundizaban en las suyas, me veía reflejada en sus ojos, tras el dolor que me causaba esos momentos de tensión, me lancé a sus brazos. Llorando desconsoladamente él también me abrazó. Nos dijimos todo, pero a pesar de esos momentos tan tristes, unas sonrisas se esbozaron al final, tras esos momentos, unas últimas palabras salieron entre nosotros.

- Gracias enserio, gracias por ser tan perfecta conmigo, y sólo me gustaría pedirte una cosa, aunque no seamos novios, me gustaría mantener tu amistad porque no quiero perderte del todo vale? Eres todo para mí.

- No me perderás, mejores amigos siempre. Creo que así será mejor para tí y para mí. Muchas gracias.

Un último abrazo surgió, tras ese abrazo lo acompañé hasta la puerta de mi habitación, pasado de allí lo llevé hasta la puerta de la entrada, una vez allí no podía contener otro gran tsunami de lágrimas. Cerré la puerta de la calle y corrí llorando a mi cuarto, cerré de un portazo la puerta de mi habitación. Me puse a llorar, no creí que esos sentimientos pudieran salir con tanta fuerza así que me tapé con la manta y seguí así. Tras unos minutos oía la voz de Erik en el armario, me había olvidado de que estaba allí.

Hola? Leila estas ahí? Puedo salir ya? No me queda mucho aire.

Me levanté de un salto y le abrí el armario. Tras verme llorar me acarició suavemente mi rostro secándome las lágrimas. Me llevó entre sus brazos y me tumbó en la cama, entre besos y abrazos, me quedé dormida y él también. Acababa de romper con David, necesitaba más que a nada su cariño, su apoyo y su ayuda. Así fué.

Dormimos unas cuantas horas, cuando me desperté eran la una del mediodía, me llamaba mi madre para bajar a comer, con los ojos rojos y sin ganas de nada bajé con Erik las escaleras, mi madre me miró en plan " Leila, estas drogada?" Y así mismo tal como me lo imaginaba sucedió. Le respondí que no. No tuve más remerio que explicarle lo que sucedió esta mañana con David. Pero no me sirvió de mucho, ya que siempre me dice que los chicos no valen nada. Pero ahí está  ella con mi padre y yo con Erik, el hombre que me hace la chica mas feliz.

Tenía tantas ganas de verlo que acabé la tarde con una sonrísa y a su lado durmiendo de nuevo abrazados en la misma cama, con los mismos sentimientos y con las mismas ganas de seguir así unos cuantos años más.

"Recuerdos del ayer pasados"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora