"Recuerdos del ayer pasados"

Capítulo 18

Llegamos a la parada que está a unos cuantos metros de mi casa. Me despedí de Erik y de su hermano, ellos viven un poco más lejos que yo. Nico me da el paso para salir primero, salgo y fuimos hasta nuestro edificio juntos. Hoy no me lo pasé nada mal, y me llevo a dos nuevos amigos. A pesar de conocernos hace 4 horas sólo, me empezó a confiar cosas que no tenía pensado que me las contára tan pronto. Me dijo que si me lo contaba era porque parecía una chica de mucha confianza. Eran las 19.30 de la tarde, aún quedaba sol asomado, le invité a pasar a mi casa. Él no me lo negó, pasamos hasta mi habitación, suele ser raro, pero mi casa siempre está cada día llena de algún amigo o de alguna amiga. Le dije que tomara asiento, que se acomodára, buscó dónde sentarse, con algo de vergüenza se sentó conmigo en mi cama. 

-Tranquilo, no tengas vergüenza, no muerdo.

-Ajajaja yo no tengo vergüenza, simplemente que hasta a mí se me hace raro contarte todo ésto sín a penas conocerte de mucho. Pero espero que esta confianza tan grande que te he dado no la desperdicies ni la utilices para mal vale? Aunque yo sé que eres de confianza, se te vé una chica con la cual contar siempre.

-Ais gracias, lo mismo te digo, sabes que en mí a partir de que nos conocemos podrás confiar. Vale, trato hecho, yo también tengo que contarte un par de cosas. 

Nos pasamos horas y horas hablando de secretos y de historias y de cosas graciosas, yo le dí toda mi confianza y él a mi también. Es cómo si fuera una copia de Alberto, mi mejor amigo. Son igualitos. Aunque no me extraña, también están en el mismo grupillo de amigos. No tuvimos ni un sólo segundo sin tema de conversación, todo el rato sabíamos de qué hablar. 

Mi Iphone suena, es Erik. Me preguntaba qué tal había llegado a casa y que ya me echaba de menos, que mañana a l mañana me esperaría delante de la puerta del insti. Yo le dije que estaba con Nico en mi casa haciéndonos más amigos y a él le parecía lo más normal, aunque a lo mejor sospechaba cosas que no son. Me vuelve a pasar lo mismo que me pasó con David, no quiero guardarle ningún secreto, y el error que cometí engañándolos, no volverá a pasar, Erik es el definitivo. Mientras hablába con él, tenía encima clavada la mirada de Nico, recorría mis ojos, mi cara hasta llegar a mis labios, y seguía mirándome. Nos sonreímos y me giré hacia el otro lado por que no daba hablado de la risa que me daba.  

Y tras unos minutos hablando, colgamos el teléfono. Me giré y tenía mi cogín de corazón en su cara, se lo aparté y empezé a darle con el peluche, me quedé abducida por su hermoso tupe, pero seguíamos tonteando. No como si fuéramos novios, pero sí como si fuéramos amigos de toda la vida. Le ofrecí si quería quedarse a cenar y me decía que no. Tras insistirle, lo aceptó. Con el trato de que después de cenar le echára una partida al FIFA 2015, tras ese soborno, lo acepté.

Mi madre nos llamaba para que bajáramos a cenar, mi padre no estaba, se fué a cenar por cena de la empresa. Menos mal, cómo vea que hay otro chico diferente en casa me tiraría por a ventana y me llamaría prostituta, sí, mi padre es así de directo. Y mi madre, no sé qué pensará aunque no me dice nada. 

Avergonzado se sienta en la mesa, empezamos a comer, mi madre no le preguntó nada, aleluya que no me deja en ridículo delante de amigos, y menos el primer día. Una vez acabámos de cenar, la acompañamos a dejar los platos en el fregadero y recogí la mesa. Mientras, él iba preparando nuestro FIFA en mi cuarto. Mi madre y yo estuvimos unos instantes hablando de él, le expliqué y me dijo que no sabía cómo, pero que tenía más suerte con los chicos que con mi vida. A´´un así lo ha aceptado, acepta que tenga un mejor amigo que viene a casa (Alberto), un novio nuevo (Erik), el hermano de Erik (Christian), y a mis amigas. Yo con eso ya me conformo. Me iré hacia mi habitación arriba que no lo quiero hacer esperar demasiado. 

Ya tenía los mandos y todo preparado, estaba tumbado esperándo a que me tumbára a su lado. Me tumbé y cogí el mando, empezamos a jugar, intentando dar todo para ganar, per no lo veo posible, es muy bueno, pero al final creía estar empatados y me acabó ganando. Después de mi derrota, me dió un abrazo, dos besos y se tenía que ir para su casa, con pena lo despedí y lo acompañé hasta su puerta, la de en frente. 

-Bueno, nos vemos a la mañana?- dijo él.

-Venga vale quedamos justo aquí?

-Vale, hasta mañana gallegita- dijo sonriéndome

-Hasta mañana Uruguayo- le devolví.

Después de despedirnos, entré en mi puerta, tenía esperanza que vendría detrás mío, pero no, no vino por el simple hecho de controlarse al saber que tengo novio, pero cuando he estado con él, he notado que tenía en ciertas ocasiones cómo de abrazarme, de tenerme en su corazón, cóm amiga también, pero en sus ojos marrones claros he visto algo que no he visto en nadie desde hace tiempo, en él veo algo totalmente diferente.