"Recuerdos del ayer pasados"

Capítulo 41

Me levanto la primera con mejor cara que ayer y menos dolor de cabeza. Miro a mi lado y sigue durmiendo, así que salgo al balcón, eran las 10.00 de la mañana y la luz del día ya entraba con fuerza por las ventanas, hacía buen día.

Miré por todos lados hasta que unas gran carcajadas venían debajo del edificio, donde allí estaban un grupillo de chavales de mi edad. Miré de pasada las cosas que hacían, hasta que alguien timbró la puerta. Pensé que era el servicio de habitaciones que venía a traer el desayuno, entonces fuí y abrí la puerta sin mirar por la mirilla. Era un cartero que me traía una caja de bombones y una carta junto a una nota. Le firmé el papel y le pregunté si sabía de quién provenía esos detalles, pero lo único que me dijo es que no me daría ese tipo de información privada. No tuve más remedio que sentarme a leerla curiosamente de quién era. Empecé por la nota, y a continuación seguí por la carta, de mientras comía chocolate de esa caja roja.

*Nota*

Buenos días Leila, te preguntarás por qué has recibido esta nota a estas horas de la mañana aquí en Barcelona, un sitio que ni si quiera es en el que vives. Ayer te ví y no fue para nada un disgusto, me ha gustado muchísimo poder volver a verte después de todo lo que nos ha pasado. Me encantaría que pudieras quedarte aquí conmigo y seguir pasando esos momentos que pasamos uno al lado del otro. Significaste, significas y siempre significarás para mí lo que ninguna chica lo ha significado nunca. Decirte que te hecho de menos y que espero volver a verte pronto, aquí te esperaré hoy y siempre. Te quiero mi pequeña princesa.

Besos, Erik.

Cuando acabé de leer esa nota, se me vinieron las lágrimas a los ojos, no sabía qué hacer, hasta el hambre se me quitó de repente. Si una simple nota era eso ya ni me imagino cómo debe ser la carta que ha escrito. Encuentro el sentido a las cosas desde que lo vi ayer, los amigos bajo el edificio, el cartero y los bombones...

Él no sabía que yo vendría ni que nos encontraríamos y mucho menos en qué hotel me alojaría, pues yo no le dije nada. Descubrí que a lo mejor alguien se lo dijo, la única persona que lo sabía era Nico, Valentina y Olga así que uno de ellos debe haberselo dicho para que me encontrara. Olga está en el hospital con su madre 3 meses de hospitalización y ni si quiera sabe que he venido y debe estar en reposo, dudo que haya sido ella. Nico me ha traído para estar a solas y ha hecho todo lo posible para que esteamos juntos, tampoco ha de ser él. Sólo falta Valentina, la mejor amiga de Erik, la que se lo cuenta todo y la que quería lo mejor para nosotros, así que debe ser ella la que ha montado todo este paripé.

Me fui al baño a arreglarme y a retocarme el vestido y el pelo. Me maquillé y llamé a mi madre. Cuando me cogió el teléfono lo primero que me dijo fue que me quedaría una semana más con ellos porque tuvieron problemas con la empresa. Disimulando mi gran alegría le dije que sí, que no hay problema pero.. es eso lo que quiero?

Salí del baño y allí estaba él esperándome, me cogió del brazo y me llevó hasta la limusina, allí nos esperaban todos. Nos ibamos para Andorra de nuevo, una vez llegados allí iría a ver a Olga al hospital a contarle todo lo sucedido. Debo contarle lo de Matias y luego contarle lo que pasó ayer y esta mañana.

Tenia un mensaje de Alberto, quería que quedaramos esta tarde, teníamos que hablar sobre cosas y bueno, también aparte darselo por lo que me ha explicado. Y a partir de eso también tengo que hablar con Aida, los dos no están bien y deben pensarse las cosas antes de seguir de esa manera.

Ya casi llegamos a la frontera, mañana volvemos a la misma rutina escolar. Vaya mala suerte, llego de un viage, quedo con mis amigos y de fiesta y luego tener clases, un rollo todo. Y encima la de Sociales nos ha puesto un examen con muchos conceptos y no me los voy a poder estudiar todos. Ni el pequeño examen de Castellano ni Tecnología e informática. Mi plan es ponerme las pilas pero, con Nico y mis asuntos lo veo un poco complicado.