Capítulo 31

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Cuando llegué a casa, no esperaba encontrarme con su madre y su hermana allí mismo, todos observándome desde el sofá, Nico no le dió demasiada importancia y me condujo hasta el despacho de su padre, dónde allí estudiaríamos más tranquilos y a solas. Bueno, o eso almenos intentaríamos ya que su hermana pequeña podría venir en cualquier momento. Cogí mi libreta y todos los apuntes necesarios para hacer los deveres. Aprovechamos y empezamos a hablar de cosas del instituto, cosas que nos han ido pasando en general. Su madre picó la puerta y pidió permiso para entrar y por supuesto se lo dimos.

-Hola!, vengo a traer la merienda a mis muchachos favoritos. Unas galletas de chocolate y un zumo de naranja natural.- dijo.

-Vaya, muchas gracias- dije yo agradecida.

Nico miraba a su madre con cierta vergonzosidad. A veces pienso que le molesta que venga en momentos inoportunos, esos momentos en el que podemos llegar a hablar de algo más serio pero nunca pudiésemos. Giró la cabeza hacia la puerta y le hizo señas para que se fuera de la habitación, lo cual aceptó con cierta cara irónica y se largó cerrando la puerta. Con vergüenza no cogí nada aunque tenía una pinta deliciosa esas galletas, pero obviamente no iba a coger una delante suya, tengo que decir que delante de un chico dependiendo de quién sea, no me gusta comer por mucha hambre que tenga. Pero ya es bastante diferente cuando te insisten, entonces ya comes por respeto.

-Vamos come, no quiero ser el único en comer que es intimidante- dijo él tapándose la cara y dándome una galleta-.

-Gracias pero no tengo mucha hambre por muy buena pinta que hagan- Mentí-.

-Oh venga ya! Seguro que tienes hambre- insiste-.

Después de eso, cogí la galleta que extendía hacia mi con su brazo, la verdad es que la insistencia es buena aunque a veces puñetera. Me sentí más aliviada después de saborear las galletas caseras de su madre, estaban riquísimas. Me puse a hacer deveres sin parar hasta acabarlos todos, así ya mañana sólo nos quedará hacer el trabajo y ya estará todo.

Cuando miré la hora faltaban 2 minutos para estar en mi casa, entonces recogí las carpetas y libretas y me despedí de todos ellos y me dirigí a la puerta, dónde allí mismo me detuvo en la escalera dándome el móvil que casi me dejaba. Me abrió la puerta y salí, nos sonreímos y entré a mi casa cerrando la puerta varios segundos después. No veo normal que se despida así tan raramente, algo debe estar tramando y no sé lo qué.

Mi madre vió esa sonrisa y acudió a preguntarme qué era lo que me la causaba y yo le dije la tipica escusa para dar que uso siempe.

-Ui hija, y esa sonrisita? Quién estaba fuera? Erik? Dile que pase no lo dejes allí- dice dirijiéndose a la puerta.

-Mamá por favor, no empecemos eh. Acabo de venir de casa de los vecinos, y eso que te he avisado antes de irme. Hay veces que tengo la sensación que no me escuchas eh -dije parándola.

-Bueno, eso también es verdad. Sube a tu habitación, tienes unos regalitos- aseñala las escaleras con el dedo índice.

-Y eso?- subí corriendo.

-Es sorpresa! - Dice una vez ya estoy arriba y dirijiéndose al sofá dónde anteriormente estaba ya.

Fué tan grata sorpresa que mis ganas de saber qué era lo que me regaló eran grandes. Empecé a abrir cajas de zapatos y bolsas con vestidos muy bonitos, con sudaderas, con leggins, con tejanos y chaquetas. Cuando lo ví todo incluso los tacones me quedé boqueabierta hasta que llegó mi madre y se apoya conmigo en cama. Entre nosotras surje una intensa conversación.

-Bueno hija, antes que nada pedirte perdón por ser grosera contigo y que he sido muy dura contigo últimamente y no lo mereces. Ahora eres la única que tenemos en casa y necesitamos apoyarte y ayudarte en todo y últimamente eso no lo estamos haciendo del todo correcto y por eso decidí compensartelo comprándote lo que a ti te gusta mucho y que llevas tiempo mereciendo. Que lo disfrutes. Y ahí en ese bolso tienes un monedero nuevo con 100€ para lo que necesites. - me abraza.

- Vaya mamá muchísimas gracias pero aún así no puedo aceptarlo, es mucho. Tantos zapatos y tantos vestidos y tantos pantalones! Es más de lo que merezco. Y esto? Es un iphone 6? Plus?! Mamá esto no lo puedo aceptar.. -dije sorprendida

-Y tanto que sí, aceptalo, te quiero hija-.

-Te quiero muchísimo mamá-.

Después de todos esos regalos me fuí a dormir estaba muy cansada y mañana tenía clases todo el día y se me hace duro levantarme sino. Pienso en él, por qué no hemos hablado? He hablado con todos menos con él, me preocupo demasiado y seguro que él piensa que estoy perfectamente.

"Recuerdos del ayer pasados"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora