"Recuerdos del ayer pasados"

Capítulo 39

Como de costumbre, sabiendo como soy viendo pelíulas, me quedé dormida. Sólo me dio tiempo a ver la primera parte ya que luego el sueño me pudo pese a los espasmos de Nico y los míos. La verdad es que ni siquiera sé como me he quedado dormida! Nunca me había pasado viendo una peli de miedo.

Cuando me desperté tenía clavada encima de mí la mirada de la hermana pequeña de Nico, dí un salto y un chillido increíble. Cogí mi teléfono separándome de Nico que seguía durmiendo, eran las 4 de la mañana. La acompañé lejos de Nico, fui con ella a la cocina, allí le dí un vaso de agua y algo rápido para comer. Tuve que recurrir a preguntarle dónde estaban las cosas antes de preguntarle qué era lo que le pasaba. Y una vez que se lo dí, le dije que me lo contara, pero sólo se hechó a llorar y me abrazó, supongo que habrá tenido una pesadilla. La abracé también y tras unos minutos me fuí con ella a su habitación, en aquella diminuta cama, e intenté dormirme aun que tuviera dolor inmenso en el cuello. Cómo he podido acabar en la habitación más peque con la hermana de Nico? Vaya vaya.

Abro los brazos con cierta incomodidad de poco espacio y con cansancio, abro los ojos. Yo y mi otra costumbre de creer que estoy en mi casa, pero en mi habitación no tengo cama pequeña, ni peluches, ni muñecas así que... recordé que era cosa de la peque. Me giré hacia el otro lado para buscarla, allí estaba jugando con la Brbie y el Ken. Que mona que es por favor! Me acerqué hasta ella mientras bostezaba y me puse a ver cómo jugaba, pero entre mi despertador que sonaba en la habitación de Nico y que su madre la reclamaba, pues me libré de jugar con ella a las muñecas. Sigilosamente me acerqué a gatas a la mesita que está al lado de su cama, entre oscuras y palpando por todos lados en la búsqueda de donde viene el sonido, lo pude entontrar. Justo cuando lo apagué aparece una silueta con cara de demonio y menudo susto me llevé. En serio, la cara no era la de Nico, sino la de la máscara!

-Pero qué haces imbécil!- salto hacia atrás-.

-Te has asustado que pringada...-con tono agraciado-.

-Ja ja ja, que chispa tienes.. -.

-Yo sé que aunque te hayas picado te gusta que lo haga-.

No es que lo odie, pero tampoco me encanta. Hay veces en que una persona parece tonta haciendo estas cosas, pero es lo que tiene tener un amigo tan pirado como éste. Después de semejante ostia que le dí, lo acompañé a hacer las compras a Andorra y a aprovechar y pasar la mañana allí, ya que luego nos viene a recoger su madre para ir al restaurante de su tía Susana. Cogí mis cosas, me vestí y me arreglé y nos fuimos. Nunca falta la última palabra..

-Qué guapa estás!- dijo nico piropeando el silbido-.

-Cállate y camina que no estoy para tonterías- digo emfadada-.

-A pesar que me meta contigo te quiero, y lo sabes- dice mientras pasa su brazo por mi hombro-.

-Lo sé inútil- le afirmo cogiéndole la mano por encima-.

Así estuvimos hasta la parada del autobús. Una vez llegados allí sólo había sitio para uno y él en vez de ser caballero pues no, se sentó él. Lo miré con cierto rencor y giré la cara y le di la espalda. Pero luego lo pensé y lo mire de frente. Me ofreció sentarme en sus piernas y yo estaba tan cansada que acepté, lo abracé por el cuello para sujetarme y ya saltaron la mayoría de miradas sobre nosotros. Al lado nuestro estaban sentadas una niña y su madre y otro pequeño bebé. La niña nos miró y le dijo a su madre: "Mamá, estos chicos qué hacen sentados uno emcima del otro?".
La madre avergonzada le responde cerca del oído, pero nos pudimos enterar igual. La madre le dice una respuesta incorrecta, nos mira y nos guiña el ojo. No me dio tiempo a darle una respuesta porque llegó el bus.

Mierda! La targeta no me funciona y el bus se puso en marcha, creo que me la dejé en la mochila y está en la parada, no puede ser! Que hago ahora sin documentos ni dinero ni nada?
Nico sacó su targeta y pasó los dos. Yo estaba realmente muy preocupada, miré en la parte de atrás del bus que llegaba a ver la parada, donde estaba la mujer aseñalandola. Intenté hacerle señales para que cuando pudiera que me la diera, gracias a ella no me la han robado!

Llegamos a la parada del supermercado, donde esperé a la señora a que me tragera la mochila. Pasados unos minutos aparece con un Porsche de los nuevos, sale de la puerta y me da la mochila.

-Muchísimas gracias de verdad, no sé como podré devolvérselo-.

-No hace falta que me deas nada, tenlo en cuenta como un favor-me sonríe-.

-Pero no puede quedar así, pensaré en algo...-.

-Mira, si insistes tanto en querer devolvermelo estás de suerte, estoy buscando a una niñera para mi hija de 5 años y no sé a quién contratar. Si estás dispuesta me dices y te contrato a 200€ al mes-.

-Sí, lo que usted me diga-.

-Gracias joven, te dejo mi numero en este papel y cualquier cosa llámame-.
Le di las gracias y se fué, qué mejor me puede pasar hoy? Tengo trabajo con 15 años y mi mochila de nuevo. Suficiente para pasar hoy el día contenta, a parte de pasar un día cualquiera claro. Entramos al supermercado y justo en la parte de los carros de la compra me suena el móvil, es Matias. Qué ha podido pasar? Tengo 10 plamadas perdidas suyas. Decidí llamarlo, qué me tendrá que contar? Será tan urgente como parece?

-Matias, qué te ocurre?-.

-Verás, necesitaba contactar contigo, ayer salí de fiesta por Barcelona con mi hermano por su primer día allí y me he encontrado con una chica que significó mucho para mí y acabamos tuviendo algo. No lo recuerdo muy bien, eso fué lo que me contó Erik con pruebas y todo-.

-Que has hecho qué?! Como has podido ponerle los cuernos a Olga..-.

-No lo sé, por eso te vengo a pedir ayuda. Se llama Martha, tiene 15 años y es de Madrid. La vi tan sola y mal y yo tan bebido que al final tuvimos más que besos, estuvimos a punto de hacerlo si no fuera porque mi hermano me llevó al hospital de lo amarillo que me puse-.

-Mira, yo no quiero hablar esto por aquí, mejor quedamos mañana y lo hablamos. Qué fuerte tío, te has lucido-.

-Lo sé y lo siento muchísimo-.

Colgamos el teléfono y tanto Nico como yo estábamos alucinando con el semejante notición que nos ha dado! Como se le ha pasado por la cabeza bacerle eso a Olga, su novia? Todos acabamos por el mismo camino. Esto no lo puede saber Olga sino le acaba de dar algo en el Hospital, debemos buscar la primera solución y luego la segunda parte que es decírselo a ella. Pero es que tampoco puedo ocultárselo. Se lo digo o debería callarme? Mejor me lo pienso.