capítulo 6

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Poco a poco me iba quedando dormida mientras la televisión seguía encendida, me costaba mantenerme despierta y mis ojos se iban cerrando lentamente dejándome ver solo una leve línea de la televisión.

-Hola Aria, ¿Qué tal estás? - dijo una voz entre la oscuridad

Abrí los ojos levemente y me encontré cara a cara con Raúl. EL corazón me dio un vuelco y el pulso se me acelero

-¿Qué haces aquí? - dije asustada
-Venía a ver como estabas - dijo sonriendo
-No hacía falta que vinieras - dije nerviosa
-Estaba preocupado por ti - dijo sonriendo

Había algo raro en su mirada, sus ojos no eran los de siempre, me miraba fijamente todo el rato, como si de un loco se tratase.

-También venía a decirte que te quiero, que me gustas muchísimo - dijo Raúl acercándose cada vez más
-Eh, creo que te estás equivocando - dije apartándole suavemente
-No e equivoco, quiero que seas mía - dijo poniéndose sobre mí

No sentí dolor alguno, la herida del riñón no estaba, no entendía nada de lo que estaba pasando. Raúl comenzó a acercar sus manos hacía mí con una mirada siniestra y justo antes de que me tocase una bocanada de aire llegó hacía mí.

-¿Estás bien Aria? - dijo mamá preocupada
-¿Dónde estoy? - dije sobresaltada

Miré a mí alrededor y estaba en la habitación con mis padres, estaba sudando muchísimo y tenía el pulso acelerado.

-Solo ha sido una pesadilla - dijo mamá poniendo su mano en mi pierna - Relájate e intenta dormir un poco más.
-No creo que pueda - dije nerviosa - Mañana solo quiero ver a Diana a nadie más, ¿vale?
-De acuerdo, necesitas reposo - dijo mamá tumbándome en la cama - El médico ha dicho que mañana te pueden dar el alta ya
-Que bien, porque estoy deseando salir de aquí ya - dije con una leve sonrisa

EL pulso se me fue calmando lentamente y poco a poco me volví a dormir.
La luz del sol entró por la ventana haciendo que me despertase
Mamá y papá se habían quedado dormidos en el sofá del hospital.
Las gasas apenas estaban manchas de sangre, y el dolor era más soportable.

-Espero que hoy me den el alta ya, quiero volver a casa - dije ilusionada

ME puse la tele bajita, para entretenerme hasta que viniera el médico y viera como estaba.
Durante un tiempo no presté atención a la tele y me quedé pensativa.

-Me tenía que haber controlado algo más, he tenido a todos preocupados, cuando regrese a casa llamare a todos para pedirles perdón -pensé sonriendo

Un ruido me sacó de mis pensamientos y al mirar hacia la puerta le vi.

-No puede ser - dije asustada - Que hace aquí

Raúl había venido a verme, no quería que entrase. Estaba nerviosa y asustada, no era normal todo esto.

Al borde del abismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora