-¿Si? Dime- dijo Mario muy serio
Mario se alejó un poco de mi lado y siguió hablando algo confundido.
No conseguía escuchar lo que decían pero parecía importante.
Finalmente Mario colgó y se acercó hacía mí preocupado.-Aria, será mejor no seguir con esto, vete a casa – dijo seriamente – Diana y yo nos ocupamos
-¿Por qué me pides eso? – dije enfadada
-Verás Aria, ese coche lo conducía Raúl, el chico que te llevó al hospital, el chico que te intentó ver cuando tus padres – dijo apartando la miradaHA dicho Raúl, el chico que lleva torturándome todos los días desde que le conocí, el chico que ha destrozado mi familia.
-Quiero que arda, quiero que se mura – dije en voz baja
-¿Estás bien Aria? – dijo Mario acercándose
-Quiero matarlo Mario, quiero torturarlo – dije mirando al cocheSin pensarlo salí corriendo hacia el coche y comencé a golpearlo con las manos desnudas
LA chapa se doblaba y mis manos sangraban sin parar. Golpeaba los cristales los faros, mi cuerpo se iba magullando hasta que Mario me agarró de la cintura y me puso contra la pared.-¡Aria para! – grito Mario enfadado, pero con los ojos llorosos – Hacer eso no te va a ayudar, el daño esta echo y superado, déjaselo a la policía.
-Ni puedo Mario, me persigue, me destroza, ese chico tiene que pagarlo – dije llorando
-Tranquila Aria – dijo Mario abrazándome con fuerza.Cuando se me pasó la rabia, el dolor comencé a notar como mi cuerpo comenzaba a arder de dolor, a sentir cada corte que tenía.
Mario me subió a su coche y me llevó al hospital donde trabaja. ME sentí muy culpable por lo que había echo, por el daño que le he hecho a Mario al verme así.
Hacía mucho tiempo que no notaba este dolor, esta sensación de impotencia y de perdida de control.
Espero que pase pronto.
Cuando llegamos al hospital Mario me llevó a una sala vacía y me comenzó a curar y a vendar cada corte y cada moraton que tenía.-Lo siento – dije mirando mis manos
-No te preocupes, no sabía que tenías tanta fuerza – dijo Mario sonriendo – SI te dejo seguir destrozas el coche
-No seas idiota, no se porque perdí la cabeza – dije llorando
-Tranquila, ha sido un golpe muy fuerte el saber eso – dijo Diana que estaba detrás de Mario
-Gracias por venir – dije con una pequeña sonrisa
-Aria, pasas mucho tiempo en el hospital – dijo Diana riendo – Vamos a tener que reservarte una habitación
-Jo, no sabía que hoy vendría – dije molesta
-Date esta pomada siempre después de la ducha – dijo Mario dándome un botecito blancoMario siempre me estaba cuidando, pero tenía miedo de que se cansara de mis perdidas de cabeza, espero que pueda controlarme la próxima vez y no pierda los papeles de está manera.
-Gracias a los dos – dije sonriendo
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Al borde del abismo
Teen FictionSabéis ese punto entre la locura y la cordura. Entre lo bueno y lo malo. Pues así me encontraba yo tras el incidente. MI nombre es Aria y os invito a conocer mi historia.