capítulo 18

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Un ligero pinchazo, un poco de peso en la mano, y una luz golpeándome la cara. Era lo único que sentía en este momento.
No escuchaba nada, no veía nada y no sabía dónde estaba.
¿Qué es lo último que recuerdo?
Una llamada, ¿de quién?, no lo recuerdo.
Algo caliente me cubría la mano, era agradable sentirlo aunque no supiera lo que era.
Poco a poco noté como mis ojos comenzaban a reaccionar y de nuevo un pinchazo en la mano.
Abrí los ojos muy despacio, esperando que una luz me cegara, pero no fue así.
No había luz.

-He bajado las persianas, para que no te deslumbre - dijo una voz conocida
-Gracias - dije sin saber a quién.

Abrí los ojos lentamente y me vi rodeada de oscuridad.

-¿Dónde estoy? - pregunté al aire
-Has sufrido un ataque de ansiedad, y te hemos traído al hospital - dijo Diana acercándose hacía mí.
-¿Recuerdas algo? - preguntó con una mueca
-No, no recuerdo nada, solo que estaba viendo el Dvd contigo - dije incorporándome.
-Será mejor que te lo explique el doctor - dijo Diana haciéndose a un lado.
-Hola Aria - dijo el doctor acercándose - ¿Cómo estás? - Dijo apuntándome con una linterna a los ojos - Las pupilas están bien, has sufrido un ataque muy fuerte de ansiedad y amnesia parcial
-¿Y eso por qué? - pregunté confundida
-Verás hace media hora te llamamos para que vinieras aquí, aunque no de esta forma - dijo con una sonrisa - Lo siento - dijo volviendo a ponerse serio - Tus padres están ingresados por un accidente y parece que te afecto demasiado, ya estás bien, puedes verlos están al final del pasillo - dijo el doctor marchándose de la habitación tras revisarme.

Un calor recorrió mi cuerpo y rápidamente me levante de la cama algo mareada por los sedantes, pero Diana me agarró del brazo y me ayudó a llegar hasta la habitación de mis padres.

-Gracias - dije soltándome

Entre muy asustada en la habitación, no sabía lo que iba a encontrarme.
Vi ambas camas ocupadas en una estaba papá tumbado con las piernas escayoladas y un brazo escayolado.
Al otro lado estaba mama con el cuello cubierto y parte del torso escayolado.
No me salían las palabras de la boca, mamá y papá estaban dormidos los dos por lo que no sabían que estaba allí.
Me coloqué en medio de ambos, sin tocarlos, tenía miedo de liarla.
Miré las bolsas de suero y estaban llenas acabarían de venir a verles.

-¿Cómo están? - pregunto Diana desde la puerta
-Sedados, aún duermen - dije apartándome un poco de ellos.
-Puedes irte a casa si quieres, me quedaré con ellos - dije con una falsa sonrisa
-Tranquila, me quedaré un tiempo más - dijo Diana abrazándome
-¿Por qué ha pasado esto? - pregunté mirando al suelo
-No lo sé Aria, no te preocupes, que saldrá bien - dijo Diana abrazándome más fuerte

ME senté en el sillón que había en la habitación y me quedé mirándoles fijamente.
¿Porque cuando algo mal siempre empeora?, ¿porque cuando sufres hay algo que te hace sufrir más?

-La vida es una mierda y siempre será así - pensé para mí mientras mis ojos se empañaban por las lagrimas

Diana se había quedado dormida, la tape con una manta que me trajo un enfermero y la dejé dormir tranquilamente mientras mi mente y mi cuerpo no dejaban de dar vueltas a todo lo que estaba pasando en esta mierda de vida.

Al borde del abismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora