-Hola Diana, este es Mario – dije sonriendo
-Hola, encantado de conocerte – dijo Mario extendiendo la mano
-Eh… Hola – dijo Diana saludando a Mario – Que educado esLas risas sonaron por toda la habitación y Diana comenzó a sonrojarse.
-Bueno, tengo que seguir trabajando, si me entero de algo de tus padres vengo a avisarte – dijo Mario sonriéndome mientras salía de la habitación.
-Gracias – dije con una pequeña sonrisa
-Vaya, que buen chico te has buscado – dijo Diana sonriendo
-No quiero nada con él – dije algo seria pero sonriente – Ha venido a ayudarme y bueno, nos hemos quedado hablando – dije mirando a la puerta de la habitación
-Si, si lo que digas – dijo Diana riendo – Solo os faltaba una banda sonora e igual que una peli americana – dijo riendo
-Eso…uff me desquicias a veces – dije riendo
-Te he traído ropa – dijo Diana entre risas – Por si querías cambiarte
-Gracias – dije secándome los ojos – Te voy a tener que invitar a una súper fiesta como sigas así – dije cogiendo la ropa
-No me debes nada, eres mi amiga y punto – dijo Diana sonriendo – No te preocupes de verdad, aunque lo de la fiesta me lo apunto ehh – dijo guiñándome un ojoEntre en el baño de la habitación y comencé a quitarme la ropa para darme una ducha rápida y poder cambiarme de ropa.
Pese a las dificultades estar con mi amiga y haber conocido a Mario está haciendo que no sufra mucho y pueda mantener la calma.
En los informes que leí sobre lo que me paso ponía que era una especie de bloqueo que hizo mi cabeza para que no sufriera. Estaba sometida a mucha presión y me la fui guardando. Ahora con Diana cerca me estoy controlando bastante, espero no llegar a perder la cabeza.
Abrí el grifo de la ducha y cuando el agua se calentó me metí para relajarme.
Mario me había contado que las pruebas durarían hasta la bien entrada la tarde, por lo que no debería preocuparme ya que están en buenas manos.
Acabo de conocer a ese chico y ya me estoy encariñando de él.
Pero no puede ser, no después de todo lo que me está haciendo Raúl, podría ser peligroso para Mario también y además salir con un paciente no creo que este bien visto.
Salí de la ducha y con una toalla que trajo Diana me sequé y me puse la ropa que trajo Diana, no era ropa muy discreta aunque si era cómoda. Un pequeño papel cayó de debajo de la camiseta.-¿Qué es esto? – pensé cogiendo el papelito
“Eres mi mejor amiga, eres parte de mi vida. Siento lo que te esta pasando y sabes que aquí me tienes para lo que sea”
-una pequeña sonrisa apareció en mi boca y las lágrimas caían por mis mejillas.
Salí corriendo del baño y abracé a Diana con fuerza. Mis lagrimas desaparecían en sus hombros
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Al borde del abismo
Novela JuvenilSabéis ese punto entre la locura y la cordura. Entre lo bueno y lo malo. Pues así me encontraba yo tras el incidente. MI nombre es Aria y os invito a conocer mi historia.