CAPÍTULO 18

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Charlie y Madison regresaron a casa algo decepcionados con la visita al médico. Hacía días que esperaban conocer el sexo del bebé y confiaban en poner saberlo en esa visita. Sin embargo, el niño no estaba por la labor de mostrarse y tan solo pudieron verle el culo. Así que tendrían que esperar a la siguiente visita.

- Entonces, ¿crees que Andy está bien? Es un poco raro que haya querido irse a ese viaje. Hace tiempo que intenta evitarlos- Madison no quería seguir hablando de su bebé y mostró su preocupación por Andy mientras iban de camino a casa.

- Es Andy, nunca sabremos si está bien, pero creo que ya está mucho mejor y por eso se ha ofrecido- Charlie hizo una pausa- Supongo que necesitaba ya salir un poco y desahogarse con alguna chica.

- ¿Crees que se ha ido para poder tener sexo con alguien? – Charlie sonrió al escuchar a Madison. Todavía veía a Andy como al niño que cuidaba años atrás.

- Es lo que suele hacer- respondió encogiéndose de hombros.

- Debería empezar a sentar la cabeza.

- Yo creo que está bastante centrado desde que dejó a Karen- defendió Charlie.

- ¿Tú crees? Yo creo que lo que hace de ir de una chica a otra no es de estar demasiado centrado. Debería encontrar una pareja estable y formar una familia. Lo sigo viendo muy solo.

- Madi, esa no es la vida que él quiere. No va a arriesgarse de nuevo después de lo que pasó con Karen. Es mayorcito para hacer lo que quiera.

- Ya, eso me preocupa, que es mayorcito y que es Andy. Sabes que tiene un don innato para acabar metido en líos sin comerlo ni beberlo.

- Afortunadamente tenemos un buen equipo de abogados- bromeó besando a Madison. Todavía estaba enamorado de esa manera en la que se preocupaba por sus hermanos como si todavía fuesen pequeños.

Sam salió corriendo de la terminal. Fue la primera en descubrir a Sergio junto a Alicia esperándolos al bajar del avión. Alicia también corrió al ver a Sam y las dos niñas se abrazaron como si hiciera meses que no se veían.

Sergio se sorprendió al ver a Jayden correr casi más rápido que su hermana para encontrarse con él. Lo levantó en el aire comprobando que el niño había crecido en esas semanas.

- ¡Ya puedo correr y no me canso como antes! – Fue lo primero que dijo el niño entusiasmado. Sin duda, para él, poder hacer una vida normal de niño sin sentirse fatigado era casi un sueño hecho realidad.

- Os va a encantar vuestra casa nueva, está muy cerca de la nuestra y así podremos jugar- Dijo Alicia entusiasmada.

- ¡Y vamos a ir al mismo colegio! – Sam y Alicia saltaban abrazadas.

- ¡Y vas a enseñarme a tocar mejor la guitarra para que yo también sea un cantante famoso! – Exclamó Jayden abrazándose a Sergio.

- ¡Madre mía lo que vamos a sufrir hasta que se acostumbren a estar aquí! – Exclamó Jason llevándose las manos a la cabeza.

A Nicky le encantó la casa y decidieron no hacer grandes cambios en el mobiliario. Los niños corrían excitados por todas partes descubriendo cada uno de los rincones.

- ¿Puede quedarse Alicia a dormir con nosotros? – Jayden y Sam se plantaron delante de Sergio mientras Alicia miraba a su padre con cara de cachorrito. Sergio sonrió y miró a Nicky y a Jason que asintieron de acuerdo con sus hijos.

- Vale, puede quedarse, pero no olvides que mañana tienes que ir a comer con los abuelos- Recordó Sergio. Era una costumbre que la niña fuera a comer todos los sábados que era posible.

- Sí, vale, ¡genial! ¡Vamos a jugar al jardín! – Dijo Alicia arrastrando a Sam y a Jayden fuera de casa- Rosa ha preparado la comida en casa.

Terminaron de comer y, cuando los niños se fueron a jugar. Nicky y Jason se quedaron mirando a Sergio fijamente.

- Bueno, y tú, ¿cómo vas con Lydia? – preguntó Nicky sin darle opción a eludir una respuesta.

- Pues bien. Nos hemos estado viendo lo que hemos podido- Respondió Sergio sin profundizar demasiado- Las dos últimas semanas no nos hemos visto, la primera estuve yo fuera y esta última ha sido ella. Está en Sudamérica, no vuelve hasta dentro de diez días.

- Entonces, ¿vais en serio? – se interesó Jason.

- ¿A qué te refieres? Estamos bien juntos.

- A si todavía os escondéis- Aclaró Nicky como si compartiese el pensamiento con Jason.

- Sí, y creo que seguiremos así. Ninguno de los dos estamos preparados para una relación pública.

- ¿Por qué? – Preguntó Jason.

- Yo lo entiendo. Sé lo que puede suponer para vosotros- Nicky recordaba su relación con Jeff Blake y cómo ella también se resistió a que los viesen en público.

- No es lo mismo que lo tuyo con Blake, tú eras una persona anónima y estaba Liam. Ellos dos son personas públicas- argumentó Jason.

- Ella terminó, no hace mucho una relación que terminó con muchos problemas y yo, bueno, yo soy yo. Sabéis que no llevo demasiado bien lo de que se hable de mí. Me aterra ofrecer una noticia, la que sea y que empiecen a indagar sobre mi pasado.

- Bueno, por mi parte, mientras tú seas feliz con una relación clandestina de ese tipo, me vale cualquier cosa que quieras hacer- opinó al fin Nicky mirando a Sergio con ternura. Sergio le sonrió asintiendo.

- Así estamos bien. También está Alicia y no quiero que se haga ideas equivocadas sobre Lydia.

- Es una niña lista, pero no deja de ser una niña. Eres su padre. Tú sabrás lo que debes hacer- dijo Jason cerrando la conversación al aparecer los niños corriendo emocionados porque habían conseguido cazar un saltamontes enorme.

Alicia se despertó el lunes a las siete de la mañana y saltó sobre Sergio, que se había quedado trabajando hasta tarde la noche anterior.

- Todavía es pronto. Puedes dormir un poco más- sugirió Sergio con poca esperanza de conseguirlo.

- ¡No! ¡es el primer día de cole! ¡no puedo llegar tarde! ¡vamos! ¡levanta! ¡dormilón! – Alicia no dejaba de saltar encima de él.

Sergio se levantó de golpe y levantó a Alicia en el aire llevándola directamente a la habitación para empezar a vestirla con el uniforme del colegio.

A la niña no le entusiasmaba ir con uniforme, pero Sergio ni se lo cuestionaba. Él había vestido uniforme durante años en el internado y, en esa época, no tenía apenas ropa además de sus uniformes de segunda mano cortesía de otros alumnos que cedían al colegio la ropa que les quedaba pequeña.

Apartó ese pensamiento de su cabeza, no quería recordar lo avergonzado que se sentía cuando alguno de los niños reconocía su ropa y hacían algún comentario.

- ¡No quiero esta falda! Pica- protestó Alicia estirando la prenda para alejarla de sus piernas.

- Pues ponte este pantalón debajo y solucionado- Sergio le dio un pantalón corto y ella se lo puso satisfecha.

Sam y Alicia irían juntas a clase y Jayden un curso por debajo. Los dejaron en el colegio y vieron como los tres niños entraban cogidos de la mano iniciando una nueva vida, una vez más.


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